La guerra arancelaria desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no solo está golpeando a los mercados y a la economía del país. Ahora también comienza a provocar fisuras dentro de su círculo más cercano y entre sus propios votantes republicanos, que observan con creciente preocupación los efectos directos de las medidas sobre sus bolsillos.
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Durante los primeros meses de su segundo mandato, la Casa Blanca había defendido las políticas más controversiales de Trump con un argumento recurrente: «Esto fue lo que votó el pueblo estadounidense». Sin embargo, tras una semana del anuncio del alza de aranceles a prácticamente todas las importaciones, esa afirmación comienza a resquebrajarse.
El descontento es evidente. “No, esto no es lo que votamos”, se repite cada vez más entre votantes republicanos que enfrentan el aumento de precios y la incertidumbre económica.
DIVISIÓN EN LAS FILAS REPUBLICANAS
El impacto económico ya está tensando las relaciones dentro del Partido Republicano. Mientras los mercados se desplomaban el lunes, parlamentarios de la tienda conservadora instaron públicamente a la Casa Blanca a reducir o eliminar los aranceles.
Incluso figuras cercanas a Trump, como el senador Ted Cruz, han criticado abiertamente a quienes dentro del gobierno impulsan un proteccionismo extremo. “Hay voces en la Casa Blanca que quieren aranceles altos para siempre”, lamentó Cruz.
El episodio más gráfico de esta división quedó reflejado en la pelea pública entre Elon Musk —el empresario más rico del mundo y nuevo integrante del entorno de Trump— y Peter Navarro, jefe de asesores económicos del presidente y arquitecto de la política arancelaria.
Lo que había sido un enfrentamiento soterrado se desató abiertamente tras el colapso de las bolsas del lunes. Musk, a través de su cuenta en X, calificó a Navarro de “más tonto que un saco de ladrillos”, mientras que el asesor respondió desestimando la influencia del magnate, al que trató simplemente como “un fabricante de autos dependiente de China”.
“Siempre fue evidente que había tensiones dentro del círculo de Trump, pero ahora están saliendo a la superficie”, explicó Abigail Ball, directora ejecutiva de American Compass, un grupo vinculado a figuras republicanas como JD Vance y Marco Rubio.
EL TEMOR A PERDER VOTANTES
Más allá de las peleas internas, lo que realmente preocupa en la Casa Blanca es el creciente malestar de la base electoral republicana.
“Trump fue elegido para reducir la inflación y dinamizar la economía”, señaló el encuestador republicano Whit Ayres. “Precios más altos y un crecimiento más lento son exactamente lo contrario de lo que votaron los estadounidenses”, advirtió.
Una encuesta publicada por Reuters/Ipsos reveló que el 73 % de los estadounidenses cree que los precios de los productos aumentarán en los próximos seis meses como consecuencia directa de los aranceles. El sondeo muestra, además, que un 57 % de los encuestados —incluyendo una cuarta parte de los votantes republicanos— se opone a las nuevas tarifas impuestas por Trump.
En paralelo, ejecutivos de Wall Street que habían apoyado a Trump con la esperanza de un impulso económico comienzan a expresar públicamente su preocupación, mientras que congresistas republicanos se preparan para enfrentar las consecuencias políticas de esta controvertida medida.
“La principal pregunta ahora es cuál es el umbral de dolor que puede soportar el pueblo estadounidense”, resumió Stephen Moore, asesor económico de Trump y crítico de la estrategia comercial del mandatario. “Al final, todos hemos perdido mucho dinero estos días”, sentenció.
🔥 ¿Grietas en el Partido Republicano?
Donald Trump enfrenta **fuertes críticas dentro de su propio partido** por su política de **aranceles comerciales**, que divide opiniones incluso entre sus aliados. pic.twitter.com/mm6ZMbN9K1
— Martha Perez (@MarthaCorina) April 5, 2025