«Me cuesta entender cuál era la lógica de ese planteamiento que hizo (Evelyn) Matthei», reconoció la candidata presidencial del Partido por la Democracia y el Partido Liberal, Carolina Tohá, respecto de la justificación por parte de la abanderada de Chile Vamos del golpe de Estado y de las muertes de 1973 y 1974, ocurridas en ese conteto, que a su juicio fueron «inevitables».
«No sé cuál era su diseño, cuál era su estrategia, no sé si lo había dicho o no, pero sí sé que esta ola de poner en duda ciertas definiciones que como sociedad hemos ido adoptando respecto a la dictadura, lleva un rato en la derecha», agregó.
En conversación con Radio Universo, Tohá sostuvo que con esas declaraciones «Evelyn Matthei se está poniendo con los partidos de la derecha, no con la postura que tuvo el Presidente Piñera».
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«¿Qué diseño hay detrás de eso? Lo desconozco, pero lo veo como una regresión, lo veo como un retroceso», añadió.
Afirmó que «no me imagino esta misma declaración hecha unos años atrás. Creo que había más cuidado, creo que había más humanidad. Porque también es un acto de una inhumanidad impresionante hacer una declaración así».
JARA NO DEFENDERÍA LO INDEFENDIBLE
Carolina Tohá también fue consultada por los dichos de la exministra del Trabajo, Jeannete Jara, en torno a que «Cuba tiene un sistema democrático distinto del nuestro» y no una dictadura.
A juicio de la candidata del PPD, más que negar la violación a los derechos humanos en Cuba, «en este caso es una negación de lo que es una democracia. O sea, una democracia por definición se basa en que los ciudadanos eligen entre distintas alternativas».
«La libertad sin duda» es un derecho que se viola en Cuba, aseguró.
La exministra del Interior dijo que «si uno aplica el estándar de exigencia de estos principios a la política internacional no hay ningún sector político que quede incólume. Todos tenemos relaciones y nos manejamos en una relación de cordialidad con países donde no se cumplen estándares democráticos y principios generales».
Sin embargo, agregó, «otra cosa es transformar la política del gobierno futuro en un portavoz o en un defensor de esos regímenes, y yo no tengo duda que Jeannette Jara no haría eso».
Explicó que «fui su colega y fue parte de un Gobierno donde hubo una política exterior y que ella respaldó como ministra, donde nunca Chile estuvo dedicado a defender lo indefendible o a tratar de generar un manto de sombra respecto de situaciones incorrectas en ninguna parte del mundo».
«Por eso estoy en una primaria con ella, sino no estaría», resaltó.
