La política de no remunerar a los miembros del directorio de Azul Azul, que rige desde la fundación de la concesionaria, quedó en entredicho tras la publicación de la memoria anual 2024. Por primera vez, dos nombres clave en la estructura del Club Universidad de Chile aparecen con sueldos: Michael Clark, presidente del directorio, y Cecilia Pérez, vicepresidenta.
Aunque la propia memoria recalca que “la Sociedad es administrada por un Directorio compuesto por 11 miembros, los cuales no perciben remuneración alguna por esta función”, el documento también detalla que, desde el año pasado, Clark y Pérez reciben pagos mensuales por roles ejecutivos, ajenos formalmente a sus cargos en el directorio.
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‘FUNCIONES EJECUTIVAS’
Michael Clark asumió la dirección ejecutiva del club en paralelo a su rol como presidente del directorio, y por esa labor, percibió $150.554.000 brutos durante 2024 —lo que se traduce en más de $12,5 millones mensuales. En tanto, Cecilia Pérez fue contratada como directora de asuntos públicos, cobrando $35.103.000 brutos anuales, o cerca de $2,9 millones al mes. Este monto se suma a los $4.500.000 que recibe como funcionaria de la Municipalidad de La Florida.
“Las remuneraciones e indemnizaciones percibidas durante 2024 por los ejecutivos principales de la Sociedad… incluyen la remuneración percibida por el director Sr. Michael Clark por su trabajo como Director Ejecutivo… y de la directora Sra. Cecilia Pérez Jara por su trabajo como Directora de Asuntos Públicos…”, se lee en la memoria 2024.
En 2023, ninguno de los dos había recibido remuneración alguna.
CRUZADOS Y BLANCO Y NEGRO
Aunque esta situación podría parecer irregular dentro de la U, existen antecedentes similares en otros clubes del fútbol chileno. Cruzados, la sociedad que administra Universidad Católica, Juan Tagle también cumple funciones ejecutivas desde 2017 y percibe una remuneración mensual de 220 UF, lo que equivale a unos $8,5 millones.
En cambio, Colo Colo mantiene un esquema distinto. En Blanco y Negro, todos los directores reciben una asignación fija de 25 UF mensuales, independientemente del cargo, asistencia o funciones adicionales. Así, Aníbal Mosa, actual presidente, cobra lo mismo que cualquier otro miembro del directorio: $976.560 mensuales, sin tareas ejecutivas adicionales.
‘TRADICIÓN’ DE AZUL AZUL
La incorporación de Clark y Pérez a la planilla de sueldos marca un cambio profundo dentro de Universidad de Chile. Federico Valdés, José Yuraszeck y Carlos Heller, expresidentes históricos de Azul Azul, nunca recibieron remuneración alguna durante sus mandatos. Incluso el propio Michael Clark, durante sus primeros años en la presidencia, respetó esa regla.
Hasta 2023, el único cargo ejecutivo era ocupado por Cristián Aubert, expresidente y exdirector ejecutivo. La transformación se dio cuando Clark y Pérez comenzaron a asumir más presencia en la gestión diaria del club. Justificada por la necesidad de “funciones ejecutivas”, según fuentes internas.
¿CAMBIO ADMINISTRATIVO?
Aunque la inclusión de Clark y Pérez como ejecutivos podría parecer justificada por la carga de trabajo, la falta de transparencia inicial y el hecho de que esta política no se comunicó públicamente genera dudas entre hinchas y especialistas en gobernanza deportiva. ¿Es legítimo que los mismos que definen las políticas del club también se autoasignen sueldos?
Por ahora, no hay señales de que Azul Azul revierta esta decisión.