El fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, afirmó este martes que el Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, no funcionaba como crematorio ni albergó ejecuciones masivas, como habían denunciado colectivos de búsqueda. Según explicó, las investigaciones indican que el predio servía como centro de reclutamiento y adiestramiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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Gertz Manero aseguró que los peritos no encontraron estructuras que pudieran funcionar como crematorios ni restos óseos completos o parciales, más allá de un cadáver hallado el día del operativo. “Se localizó una vasija con fragmentos óseos muy pequeños, posiblemente antiguos, pero no hay evidencia de exterminio”, declaró en rueda de prensa.
En marzo, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco denunció que el rancho era un «campo de exterminio», luego de hallar restos óseos calcinados, ropa y calzado. La Fiscalía de Jalisco ya había descartado entonces la existencia de hornos crematorios en el lugar.
El fiscal anunció que los equipos forenses realizarán pruebas genéticas y de sangre sobre las prendas encontradas para verificar si pertenecen a personas reportadas como desaparecidas. Además, indicó que el Ministerio Público, peritos y policías continúan trabajando en el sitio para profundizar las diligencias.
Gertz también informó que la Fiscalía abrió una línea de investigación sobre la posible existencia de otros “narcorranchos” vinculados con el hallado en Jalisco. “Observamos una vinculación clara y ya desplegamos a todo nuestro personal en la zona”, señaló.
El caso ha intensificado la presión sobre el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum para enfrentar la crisis de desapariciones en México, donde más de 120.000 personas continúan sin ser localizadas desde la década de 1960.
Descarta la @FGRMexico que el rancho Izaguirre fuera un campo de exterminiohttps://t.co/VedcqwDKRV pic.twitter.com/uIOiNNxXOs
— Todo es Política (@todoespolitica) April 29, 2025