Más de 2,1 millones de personas se congregaron este sábado en la playa de Copacabana para presenciar el multitudinario concierto gratuito que ofreció Lady Gaga, transformando a Río de Janeiro en el epicentro mundial del pop por una noche.
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El evento, financiado por autoridades locales, atrajo desde la madrugada a miles de fanáticos que acamparon frente al escenario en busca de un buen lugar. El ambiente fue una verdadera celebración colectiva, con disfraces, cánticos y una alta carga de emoción entre los asistentes, muchos de los cuales se caracterizaron como sus “Pequeños Monstruos”, en alusión a la comunidad de seguidores de la artista.
Según estimaciones de los organizadores, la asistencia superó los 2 millones de personas, superando incluso la convocatoria lograda por Madonna en el mismo lugar el año anterior. “Siento que la ciudad está más llena esta vez”, comentó Lucas, un cineasta local, a CNN. “Pero estoy muy emocionado”.
El show fue parte de la gira mundial de Lady Gaga para promocionar Mayhem, su nuevo álbum. La cantante y actriz de 39 años ya había visitado la Ciudad de México, donde ofreció dos conciertos antes de arribar a Brasil.
La noche previa al espectáculo, la artista sorprendió a los bañistas al aparecer en el escenario durante un ensayo. “Te he extrañado mucho”, dijo ante el aplauso del público. “Sé que esto es solo un ensayo, pero se siente como si fuera el verdadero show”, añadió antes de interpretar Alejandro.
La energía en Copacabana no pasó desapercibida. “Río es increíble y siempre se presta a fiestas y momentos mágicos”, afirmó Abril, una turista argentina entrevistada por CNN Brasil. La actuación marcó el regreso de Lady Gaga a escenarios brasileños tras más de una década de ausencia.
