Liverpool cayó este domingo 3-1 frente a Chelsea en Stamford Bridge, por la fecha 35 de la Premier League, en un partido que dejó al campeón sin celebración y con varias dudas de cara a sus próximos desafíos.
Lee también: Y colorín colorado, la maldición se ha terminado
Chelsea comenzó golpeando temprano. A los 3 minutos, Enzo Fernández abrió el marcador con un potente remate desde fuera del área que se desvió en la defensa, descolocando a Alisson. El golpe inicial desordenó al Liverpool, que no logró asentarse y vio cómo Jarell Quansah marcó en propia puerta tras un centro de Ben Chilwell, ampliando la ventaja local.
A pesar de los intentos, Liverpool recién pudo descontar en el segundo tiempo. Un cabezazo de Virgil van Dijk a la salida de un córner puso el 2-1 parcial, devolviendo algo de esperanza al equipo de Arne Slot. Sin embargo, la remontada no llegó. En el minuto 82, Cole Palmer sentenció el partido desde el punto penal, marcando el 3-1 definitivo y terminando con su sequía goleadora de 18 partidos.
“Necesitábamos este triunfo, nos da confianza para lo que viene”, comentó Palmer tras el pitazo final. Por su parte, Slot lamentó la derrota: “No fue nuestro mejor día, tenemos que recuperar energías para los partidos que quedan”.
Liverpool presentó una formación alternativa, dejando fuera a figuras como Salah y Luis Díaz. Algo que aprovechó Chelsea para controlar el mediocampo con una gran actuación de Fernández y Moisés Caicedo. Los locales también tuvieron en Levi Colwill un punto alto en defensa, neutralizando los intentos de Darwin Núñez.
Con esta victoria, Chelsea sigue en la pelea por clasificar a competencias europeas, quedando a dos puntos del quinto lugar. Liverpool, en tanto, sigue como líder con 82 puntos, pero podría ver reducida su ventaja si Arsenal y Manchester City ganan sus partidos pendientes.
Liverpool tendrá la oportunidad de recuperarse cuando visite a Aston Villa en la próxima jornada. Chelsea, por su parte, buscará consolidar su repunte frente a Nottingham Forest.
La caída en Londres sirve como advertencia: el campeón aún tiene camino por recorrer y la corona no asegura éxitos inmediatos. Ahora deberá enfocarse en cerrar bien la temporada y llegar en forma a los próximos desafíos.
