Internacional

Cónclave: así se elige al nuevo papa

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

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Foto: Publicado en X por @adiscusion
Los 133 cardenales electores comenzarán el día del cónclave con una misa solemne Pro Eligendo Papa

El Vaticano se prepara para una de sus ceremonias más reservadas y decisivas: el cónclave. Este rito, cargado de simbolismo y tradición, es el mecanismo mediante el cual se elige al nuevo papa, el sucesor de san Pedro. Tras el fallecimiento del papa Francisco el 21 de abril, los cardenales electores —menores de 80 años— han sido convocados para iniciar este martes 7 de mayo la elección del nuevo líder espiritual de más de 1.300 millones de católicos.

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UN RITUAL CON SIGLOS DE HISTORIA

El término «cónclave» proviene del latín cum clavis (“con llave”), en alusión al aislamiento absoluto en que se realiza la votación. Esta práctica fue establecida formalmente en 1274 por el papa Gregorio X, con el fin de evitar extensas demoras en la elección de un nuevo pontífice.

Según la normativa vigente, no pueden pasar más de 20 días desde la muerte del papa hasta la designación de su sucesor. Así, los cardenales deberán anunciar su decisión antes del 12 de mayo.

EL INICIO: LITURGIA Y JURAMENTO

Los 133 cardenales electores comenzarán el día del cónclave con una misa solemne Pro Eligendo Papa. Luego se dirigirán en procesión desde la Capilla Paulina hasta la Capilla Sixtina, donde prestarán juramento colectivo e individual de secreto. A partir de ese momento, queda prohibido todo tipo de contacto con el mundo exterior, incluso para los asistentes técnicos. Las sanciones por romper el sigilo pueden llegar hasta la excomunión.

EL MECANISMO DE VOTACIÓN

Cada jornada de cónclave puede incluir hasta cuatro votaciones (dos por la mañana y dos por la tarde). El procedimiento se divide en tres fases:

  1. Pre-votación: Se distribuyen papeletas con la frase latina Eligo in Summum Pontificem. Los cardenales escriben el nombre del candidato de su preferencia. Se sortean nueve nombres entre los presentes para cumplir los roles de escrutadores, revisores y recolectores de votos para enfermos.
  2. Votación: Cada cardenal se acerca al altar, ora brevemente y deposita su papeleta invocando a Cristo como testigo.
  3. Post-votación: Se cuentan los votos. Si los números coinciden con los votantes, los escrutadores leen en voz alta cada nombre y ensartan las papeletas con hilo. Si ningún candidato obtiene los dos tercios requeridos, se procede a una nueva ronda. Tras cada sesión, las papeletas son quemadas: humo negro si no hay elección; humo blanco si el papa ha sido elegido.

 

Si después de varios días no se alcanza el consenso, el proceso permite reducir el umbral de elección a mayoría absoluta o limitarla a los dos candidatos más votados.

EL MOMENTO DEL ANUNCIO: HABEMUS PAPAM

Cuando un cardenal acepta su elección, se le pregunta qué nombre asumirá como nuevo pontífice. Acto seguido, todos los cardenales le rinden obediencia. Luego, el cardenal protodiácono anuncia desde el balcón de la Basílica de San Pedro la fórmula: “Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam”. Finalmente, el nuevo papa aparece ante la multitud y ofrece su primera bendición Urbi et Orbi.

UN CÓNCLAVE BREVE, UN MENSAJE DE UNIDAD

Según diversas fuentes eclesiásticas, los cardenales confían en lograr una elección rápida, idealmente en menos de tres días. «Tres días como máximo», afirmó el cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez. Para los observadores, una decisión ágil enviaría un mensaje de cohesión interna, tras la muerte del papa Francisco, figura reformadora que marcó el rumbo de la Iglesia durante 12 años.

Los últimos diez cónclaves no se han extendido más allá de cinco días, con una duración media de entre dos y tres jornadas. Todo apunta a que esta tradición de brevedad podría mantenerse.

 

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