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Víctima de mala praxis en una cirugía estética fallece la modelo argentina Silvina Luna

Agencias

Estaba hospitalizada desde hace casi tres meses y en los últimos días su cuadro se agravó. Tenía 43 años.. En 2010 le habían inyectado metacrilato en los glúteos.

Silvina Luna murió en el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde estaba internada desde hace casi tres meses. La modelo argentina de 43 años tenía problemas de salud desde 2010, cuando fue víctima de mala praxis tras someterse a una intervención quirúrgica estética en su país con el doctor Aníbal Lotocki, el «cirujano de los famosos», que le generó un cuadro crónico de hipercalcemia e insuficiencia renal cuyo desarrollo desembocó finalmente en su fallecimiento.

Tras experimentar diversos malestares luego de la operación, los exámenes le confirmaron que tenía altos los niveles de calcio, situación que la llevó a padecer problemas renales.

Según informó Clarín, habría sufrido una intoxicación de metacrilato, la cual le provocó una insuficiencia en el funcionamiento de los riñones. El medio argentino Spoiler detalló que la intervención realizada por el médico fue una liposucción y que mezcló su grasa esa sustancia y con otras -no identificadas- para inyectársela en los glúteos.

La noticia causó conmoción en Argentina pues Luna era muy conocida, primero, por su participación en Gran Hermano en 2001 y, luego, porque había hecho un carrera como notera y actriz. Además, la evolución de su enfermedad era noticia de interés público, entre otras cosas, porque en ese país las cirugías estéticas son prácticas comunes; de hecho, muchas chilenas se las hacen allá tanto por sus especialistas como por los precios.

Así las cosas, no es nada de raro que los medios se volcaran a averigua, entre otras cosas, sobre la operación y, especialmente, sobre el metacrilato.

Según el diario trasandino La Nación, se trata de una sustancia que no está autorizada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para cirugías estéticas como el relleno de glúteos. Pero, a partir de 2010, frente al encarecimiento de productos de medicina estética importados y certificados, comenzaron a emplearse alternativas sin validación o que, incluso, estaban aprobados, pero para otros usos y otras concentraciones.

“El metacrilato es un polímero, una macromolécula, lo que llamamos material plástico. Muy usado en aplicaciones médicas. Por ejemplo, las prótesis de cadera se fijan con PMMA [el nombre técnico del metacrilato], ya que para esa aplicación está demostrado que es biocompatible, pero no es compatible para cualquier uso. La dosis está en relación con la toxicidad, en concentraciones mayores y en usos no indicados el cuerpo genera una respuesta adversa”, explicó a ese medio Gustavo Abraham, doctor en Ciencia de Materiales, investigador principal del Conicet en el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales, especializado en polímeros biomédicos.

“Estudiamos materiales poliméricos o plásticos que se usan en aplicaciones médicas. En el campo de la cirugía, el metacrilato se usa en bajas cantidades, en arrugas y pequeñas correcciones. O en odontología. Pero no está aprobado para glúteos, donde hay posibles migraciones de sustancias, cadenitas de bajo peso molecular, al torrente sanguíneo, que pueden dar origen a eventos que comprometan la vida misma de la persona”, detalló Abraham.

Mónica Milito, especialista en cirugía plástica y reparadora, miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Sacper), detalló que “yo misma he visto muchísimos pacientes con complicaciones gravísimas, por ejemplo, necrosis, que es cuando el tejido deja de tener oxígeno; enfermedades autoinmunes; diabetes; lupus; artritis reumatoidea, que es una respuesta del organismo que se confunde y reacciona de esta manera. Y, en los estadios más importantes, cuando empieza la hipercalcemia, ahí ya se produce la insuficiencia renal o, incluso, en algunos pacientes que han tenido desprendimiento, se producen embolias, trombosis y muerte súbita o infarto por estos rellenos”.

Según el cirujano Guillermo Blugerman, consultado por Noticias Argentinas, “cuando uno coloca una gran cantidad de metacrilato, el organismo lo identifica como un cuerpo extraño y fabrica alrededor de ese elemento extraño un granuloma, que es una reacción inflamatoria crónica con células inflamatorias”.

“Luego el granuloma toma una función similar a la de las glándulas paratiroideas -son las que producen el equilibrio del calcio en el cuerpo humano- y estos granulomas al suplantar a la paratiroides crean una especie de hormona similar que hace que se reabsorba calcio de los huesos y ese calcio pase a la sangre, circulando por la sangre”, detalló.

“Como los riñones son los encargados de la filtración de la sangre, el calcio al llegar ahí en mayor cantidad de la necesaria se transforma en cálculos renales, que son como piedritas de calcio que quedan dentro del riñón y, a larga, provocan lo que le pasa ahora a Silvina Luna”, expplicó.

«EL PEOR ERROR»

La noticia de la muerte de Silvina Luna fue difundida por su abogado, Fernando Burlando, parte del equipo legal que en febrero del año pasado había logrado, en una demanda conjunta con las también modelos Gabriela Trenchi, Stefanía Xipolitakis y Pamela Sosa, condenar a Lotocki a cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo por lesiones graves y cinco de inhabilitación para ejercer su profesión por mala praxis.

Según Spoiler, más allá de esto, la sentencia no se hizo efectiva; el médico mantuvo su trabajo y continuó realizando cirugías estéticas normalmente. Pero se esperan novedades del caso y de lo que puede suceder con el facultativo, pues la modelo es su segunda víctima, después de Mariano Caprarola, productor y asesor de modas que murió el 17 de agosto recién pasado por una insuficiencia renal que también fue consecuencia de una intervención quirúrgica con él.

En una entrevista con medios internacionales, Silvina Luna había dicho que «el peor error de mi vida nació de la ignorancia, de creer que mi valía dependía del aspecto, de mi inseguridad, de la soledad, de la falta del consejo que mis viejos me hubiesen dado».

Hace algunos días su abogado había comunicado que la modelo «estaba realmente luchando por su vida». Ella había posteado en su Instagram que «creo en el milagro».

Estaba en la lista de espera del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) para un trasplante de riñón, pero antes de poder recibir el órgano, debía solucionar primero la infección bacterial que la tenía hospitalizada desde hace casi tres meses tras descompensarse luego de una de las tres sesiones por semana de diálisis que debía realizarse.

En los últimos días, su cuadro se agravó hasta lo irreversible, y su familia decidió desconectarla del soporte vital.

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