Desde hoy, los 133 cardenales que conforman el Cónclave se encuentran reunidos en la Capilla Sixtina, en la misión de elegir al sucesor del papa Francisco. A diferencia de otros cónclaves, la composición de este grupo es única: una mezcla de juventud, experiencia, y sobre todo, diversidad geográfica.
Con 252 miembros en total, el Colegio Cardenalicio tiene representación de 94 países, pero solo los 133 cardenales menores de 80 años tienen derecho a voto. Su tarea es clara, aunque la duración del proceso no está definida: tras varias rondas de votaciones secretas, uno de ellos deberá alcanzar los 90 votos, es decir, dos tercios de los sufragios, para convertirse en el próximo papa.
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COMPOSICIÓN SIN PRECEDENTES
Este cónclave tiene varias características que lo hacen único. En primer lugar, la mayoría de los cardenales electores fueron nombrados por Francisco. De los 133, 108 fueron designados por el pontífice argentino, lo que otorga una clara continuidad a su legado. La edad promedio de los cardenales que participarán en la elección es de 72 años, con un grupo interesante de 15 cardenales menores de 60 años.
Lo que más resalta, sin embargo, es la creciente diversidad en el Cónclave. Europa sigue siendo el continente con mayor representación, con 53 cardenales, pero su predominio ha disminuido en comparación con 2013, cuando representaban más de la mitad de los votantes.
A su vez, Asia, América Latina y África han ganado terreno en la representación global, reflejando el perfil más internacional de la Iglesia Católica actual.
UN CÓNCLAVE GLOBAL
Este Cónclave es el más diverso de la historia: se elegirán al Papa no solo los cardenales provenientes de países con larga tradición católica, sino también representantes de naciones menos habituales en estas discusiones.
Entre las 70 naciones que estarán presentes, por primera vez participarán cardenales de países como Haití, Malasia, Paraguay y Serbia. Además, la representación geográfica de los cardenales es amplia, con delegados de todos los continentes, lo que garantiza un enfoque verdaderamente global en la elección.
Italia sigue siendo el país con más cardenales con derecho a voto, con 17 representantes. Aunque la cifra es menor que en el cónclave de 2013, sigue siendo la nación con mayor presencia. Le siguen Estados Unidos (10) y Brasil (7), mientras que en América Latina, la competencia se reduce a Brasil y Argentina, con una representación notable de México, que tendrá dos cardenales votantes.
CORRIENTES
Ahora bien, las diferencias de nacionalidades no son lo único. También hay que tener en cuenta que los cardenales también cuentan con corrientes que distancia uno de otro. Acá te dejamos las principales corrientes al interior del cónclave:
- Los diplomáticos: Están encabezados por el cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano. Son cardenales con una visión más pragmática de la Iglesia y sus relaciones internacionales.
- Los moderados: Aquellos que apoyan la continuidad de los procesos iniciados por Francisco, como el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo, o Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo, conocidos por sus posiciones inclusivas.
- Los conservadores: Este grupo se compone de cardenales más tradicionales que han manifestado sus críticas al pontificado de Francisco. Entre ellos destacan figuras como el cardenal Robert Sarah, Raymond Burke y Gehrard Ludwig Müller.
- Los cercanos a Francisco: Conocidos por su apoyo al Papa argentino, están figuras como Luis Antonio Tagle (denominado al ‘Francisco filipino’) y Matteo Zuppi, que reflejan la visión más progresista de la Iglesia.
Además, un factor relevante es el grupo de cardenales italianos. Aunque la posibilidad de un Papa italiano ha sido ampliamente discutida, la diversidad ideológica dentro de este grupo hace que la elección del futuro pontífice italiano no sea nada sencilla. Sus principales candidatos son Zuppi, Parolin y Pierbattista Pizzaballa, el patriarca latino de Jerusalén.
¿CUÁNTO DURARÁ EL CÓNCLAVE?
La historia reciente de los cónclaves muestra que no suelen durar demasiado. En 2013, la elección de Francisco se resolvió en solo dos días, tras cinco rondas de votación.
Por su parte, Benedicto XVI fue elegido tras cuatro votaciones en un lapso de dos días. Sin embargo, el cónclave de 2005, que llevó a la elección de Joseph Ratzinger, se extendió tres días, tras ocho rondas de votación. Si bien no se puede predecir la duración exacta de este cónclave, la experiencia de los últimos años apunta a que, probablemente, no se tomará más de tres días.
Los 133 cardenales electores entran en la Capilla Sixtina para dar comienzo al Cónclave https://t.co/dQLmSgJRZq pic.twitter.com/Bh4JiLEAg2
— Europa Press TV (@europapress_tv) May 7, 2025