El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, abordó este lunes las implicancias del denominado caso ProCultura, marcando distancia entre las autoridades del Gobierno y las presuntas irregularidades que investiga el Ministerio Público.
En conversación con radio ADN, Elizalde descartó que el Presidente Gabriel Boric o integrantes del Ejecutivo tengan algún tipo de responsabilidad, incluso luego de conocerse la interceptación de una llamada entre el Mandatario y Josefina Huneeus, exesposa de Alberto Larraín, exdirector de la ONG.
“Desde el inicio, el Presidente ha tenido una postura clara: compromiso con la verdad y total disposición para que los hechos se esclarezcan”, afirmó Elizalde.
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“El Presidente no tiene ningún rol en esta investigación, ni siquiera ha sido citado a declarar como testigo”, añadió y que las medidas intrusivas solicitadas por la Fiscalía fueron desechadas por carecer de fundamento.
Respecto a los millonarios fondos que recibió ProCultura, el ministro aclaró que “la mayoría de los traspasos provinieron de Gobiernos Regionales, que son autónomos, y no del Gobierno Central”.
Sobre la relación de Boric con Larraín, Elizalde dijo que “lo que una persona particular haga o diga es responsabilidad suya, y si eso implica responsabilidad penal, será la justicia quien lo determine”.
CRÍTICAS Y LLAMADO A NO POLITIZAR EL CASO
En relación a las acusaciones de parlamentarios oficialistas sobre un eventual espionaje político, Elizalde señaló que se trata de opiniones de partidos, y que la postura del Gobierno ha sido de transparencia.
Consultado por una eventual Comisión Especial Investigadora (CEI) y los cuestionamientos de la oposición, el ministro aseguró que concurrirán a todas las instancias que establecen las obligaciones legales y constitucionales. Sin embargo, llamó a no politizar el trabajo del Ministerio Público ni judicializar el debate político.
“Nos parece inaceptable que se insinúe que el Presidente deba suspender una gira de Estado por un caso donde no tiene vínculo penal alguno”, añadió Elizalde, en respuesta a los dichos del líder republicano José Antonio Kast.
“La tranquilidad del Presidente es legítima”, cerró Elizalde, reafirmando que no hay antecedentes que vinculen a Boric ni a su gabinete con eventuales delitos.