LA PRIMERA CONDENA PENAL POR RACISMO EN EL FÚTBOL ESPAÑOL YA ES UNA REALIDAD
La Audiencia Provincial de Valladolid marcó un precedente en la lucha contra la discriminación en los estadios: condenó a cinco hinchas a un año de prisión por proferir insultos racistas contra Vinicius Jr. durante el partido entre Real Valladolid y Real Madrid, disputado el 30 de diciembre de 2022. El fallo, pionero en su tipo, responde a un acuerdo entre las partes y busca enviar una señal contundente contra el odio en el deporte.
Lee también: Flick renueva con Barcelona hasta 2027 y es clave del proyecto
Los hechos ocurrieron en el minuto 88 del encuentro, cuando Vinicius dejó el campo. Mientras se dirigía al banco por la banda, los acusados lo insultaron con expresiones ofensivas y racistas. Varios asistentes grabaron las escenas y luego las compartieron en redes sociales. Las imágenes generaron una ola de indignación tanto en España como a nivel internacional y llevaron a la Fiscalía a tomar acciones.
El tribunal acreditó que los insultos buscaban “humillar y lesionar la dignidad del jugador por motivos racistas”. Aunque Vinicius Jr. renunció a recibir una compensación económica, los acusados aceptaron su responsabilidad, reconocieron el componente discriminatorio de sus actos y se disculparon públicamente.
Además de la pena de cárcel —suspendida por tres años siempre que no reincidan—, cuatro de ellos deberán pagar una multa de 1.620 euros y uno una de 1.080. También se les prohibió asistir a estadios durante el tiempo de la suspensión y se les inhabilitó para ejercer labores educativas, deportivas o recreativas por más de tres años.
El tribunal comunicará este fallo a la Comisión Estatal Contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, que mantiene abiertos expedientes administrativos contra los acusados.
El cierre de este proceso marca un antes y un después en la lucha contra el racismo en el fútbol español, con Vinicius Jr. como figura central en un caso que trasciende lo deportivo. Desde ahora, los insultos no solo serán condenados socialmente: también tendrán consecuencias penales.