En un giro histórico, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos formalizó este viernes el levantamiento de las sanciones económicas contra Siria, medida anunciada la semana pasada por el presidente Donald Trump durante su visita a Arabia Saudita.
La decisión abre una nueva etapa en la relación bilateral entre ambos países, marcada por más de una década de aislamiento, guerra civil y represalias económicas.
“Estamos autorizando nuevas inversiones en Siria para fomentar su reconstrucción y estabilidad”, declaró el secretario del Tesoro, Scott Bessent, al anunciar la entrada en vigor de la Licencia General 25 (GL25), que elimina las principales restricciones impuestas desde 2011.
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CAMBIO DE ERA
La relajación de sanciones se produce tras la caída del régimen de Bashar al Assad, depuesto en diciembre de 2024 por una coalición encabezada por sectores islamistas y reformistas. En su lugar, Ahmed al Shara asumió como presidente interino, con la promesa de garantizar una transición democrática y asegurar la estabilidad del país.
Este alivio económico no es incondicional: el gobierno sirio deberá renunciar a ofrecer refugio a grupos terroristas y proteger a las minorías religiosas y étnicas. De lo contrario, las sanciones podrían restablecerse, advirtieron desde Washington.
OBJETIVOS DE LA MEDIDA
Según el secretario de Estado Marco Rubio, esta decisión busca reactivar sectores clave como la electricidad, el agua, la energía y el saneamiento, además de permitir una respuesta humanitaria más eficaz.
“El presidente Trump está dando al nuevo gobierno sirio la oportunidad de reconstruir internamente y establecer relaciones diplomáticas estables con sus vecinos”, señaló Rubio.
Asimismo, se retiraron las restricciones al Banco Central de Siria y a diversas instituciones públicas que antes estaban bloqueadas. También se levantó la recompensa de 10 millones de dólares que pendía sobre Al Shara desde la administración Biden.
La GL25 también habilita a empresas y aliados de EE. UU. a participar en proyectos de reconstrucción y realizar transacciones con productos petrolíferos sirios, siempre que no estén vinculadas con Rusia, Irán, Corea del Norte o figuras del régimen Assad.
“El objetivo es reconstruir la economía y el sector financiero sirio, alineados con los intereses de la política exterior estadounidense”, detalla el comunicado del Tesoro.
PRIMER ENCUENTRO BILATERAL
El presidente Trump y su homólogo interino sirio se reunieron el 14 de mayo en Arabia Saudita, un día después del anuncio preliminar del levantamiento de sanciones. Ambos líderes acordaron normalizar las relaciones diplomáticas y trabajar por una “Siria estable, unificada y en paz”.
Esta acción representa el mayor cambio en la política exterior estadounidense hacia Siria en más de una década, y es interpretada como un intento de Washington de reposicionarse en Medio Oriente tras la retirada de tropas de años anteriores y el ascenso de China y Rusia en la región.
Desde el inicio de la guerra civil en 2011, EE. UU. impuso severas sanciones contra Siria, ampliadas en 2020 con la llamada Ley César, que castigaba a toda entidad extranjera que cooperara con el régimen de Assad.
Con el levantamiento de estas medidas, Washington busca incentivar una reconstrucción que no dependa de Teherán ni Moscú, y que abra espacio a inversiones occidentales.
#EstadosUnidos formaliza levantamiento de sanciones a #Siria
La medida se extiende al nuevo gobierno sirio con la condición de que el país no proporcione refugio a organizaciones terroristas.(mg)
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— DW Español (@dw_espanol) May 23, 2025