El Gobierno de Chile condenó enérgicamente el ataque contra las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz y Esfahan, en la República Islámica de Irán, calificándolo como una grave amenaza para la seguridad regional e internacional.
El Gobierno destacó que el Derecho Internacional Humanitario otorga una protección especial a las instalaciones nucleares civiles, conforme al artículo 56 del Protocolo Adicional I a los Convenios de Ginebra de 1949, con el fin de resguardar a la población civil de los efectos de los conflictos armados.
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Asimismo, el Gobierno reafirmó su compromiso con el respeto irrestricto del derecho internacional, en particular la prohibición del uso de la fuerza establecida en la Carta de las Naciones Unidas, y abogó por la solución pacífica de las controversias.
Frente al riesgo de una escalada en la región, Chile manifestó su profunda preocupación e instó a todas las partes involucradas a actuar con la máxima responsabilidad para evitar un mayor deterioro de la paz y la seguridad internacionales.
El Presidente Gabriel Boric anticipó la postura oficial al rechazar el bombardeo a Irán mediante una declaración en su cuenta en la red social X, donde advirtió que “tener poder no autoriza a utilizarlo vulnerando las reglas que como humanidad nos hemos dado”.
En este contexto, el país hizo un llamado urgente a retomar el diálogo y a privilegiar los canales diplomáticos como vía para alcanzar una solución pacífica a la grave crisis en curso.