La reforma a la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas (SADP) avanza firme en el Congreso. Esta semana comenzó la votación de indicaciones en la Comisión de Constitución del Senado, centradas en dos ejes críticos: separar la ANFP de la Federación de Fútbol de Chile (FFCH) y prohibir la duplicidad de cargos, lo que impedirá que una misma persona, como actualmente ocurre con Pablo Milad, encabece ambas entidades simultáneamente.
El proyecto busca, entre otros puntos, acabar con los conflictos de interés, erradicar la multipropiedad en los clubes y sancionar penalmente el ocultamiento de información financiera. Sin embargo, el avance del debate encendió las alarmas en la ANFP, que, sintiéndose amenazada, recurrió a una vieja táctica. Agitar el fantasma de la FIFA.
LA CARTA
En una circular enviada a los clubes, la ANFP divulgó una carta en la que la FIFA afirma haberse «enterado por la prensa» del contenido de la reforma. En el documento, el organismo internacional advierte que la legislación podría vulnerar su principio de no injerencia estatal. La amenaza, visible aunque cautelosa, sugiere la posibilidad de sanciones a la FFCH, incluyendo la suspensión de competencias internacionales.
Aunque la FIFA y la Conmebol aseguran actuar por iniciativa propia, las coincidencias con los argumentos esgrimidos semanas antes por Arturo Fermandois, abogado contratado por la ANFP, no pasaron desapercibidas. Tampoco el apoyo de Milad a la reelección de Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol y vicepresidente de FIFA, gesto que ahora luce como una movida estratégica.
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«NO HAY INJERENCIA»
La reacción del Congreso no tardó. Matías Walker, senador e impulsor de la reforma, respondió desde su cuenta de X. «Pablo Milad, en su doble condición de presidente de la ANFP y de la FFCH, informó mal a la FIFA: ninguna indicación de este proyecto constituye injerencia en los términos de sus estatutos; por el contrario, termina con los conflictos de interés, en los términos que el máximo organismo ha propiciado».
Walker recalcó que ni las propuestas parlamentarias ni las del Gobierno vulneran los principios de autonomía. A su juicio, lo que molesta a la ANFP no es una intervención externa, sino que por primera vez el Estado pretende regular con claridad una industria millonaria y hasta ahora opaca.
UNA ESTRATEGIA CONOCIDA
El fantasma de la FIFA no es nuevo en Chile. Ya en 2012, cuando se discutió la ley de derechos y deberes en los espectáculos deportivos, dirigentes como Sergio Jadue apelaron a supuestas amenazas internacionales. Entonces, como ahora, no ocurrió nada.
La diferencia está en el contexto. Hoy existe mayor conciencia sobre la necesidad de modernizar el fútbol chileno, cuyas estructuras han quedado rezagadas frente a otros países. La reforma que impulsa el Senado apunta justamente a cerrar esos vacíos: clarificar las funciones entre ANFP y Federación, impedir la acumulación de poder y garantizar transparencia.
EL VERDADERO TEMOR
¿Habrá alguna injerencia «indebida» en el proyecto? La respuesta tajante es un: no. El propuesta legislativa respeta completamente los estatutos de la FIFA y sigue modelos exitosos implementado en otros países.
Los artículos 14 y 19, que protegen la autonomía en decisiones deportivas como la conformación de selecciones, organización de competencias y elección de autoridades federativas, no son tocadas por el proyecto. Y para sorpresa del señor Pablo Milad, el Estado sí puede regular las estructuras societarias, transparencia financiera y marcos de gobernanza corporativa.
España, por ejemplo, desde el 2023 rige la Ley 39/2022 que estableció la separación completa entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y LaLiga. Ambas tienen autonomía organizativa y tienen incompatibilidad de cargos. En aquella oportunidad cuando se aprobó no hubo objeción de la FIFA. Ninguna carta y amenaza.
La maniobra de la ANFP solo responde al miedo por perder privilegios. Desde 2021 que la entidad no publica sus Estados Financieros, algo por lo menos sospechoso. Hace algunos meses se dio a conocer la decisión para reducir el presupuesto del fútbol joven y el inaudito cobro a equipo de futsal por participar. Entonces, ¿qué se hace con los fondos? Pues, no se sabe.
La ANFP busca preservar sus cotos de poder sin enfrentar abiertamente la discusión. La estrategia de Milad es activar a la FIFA y la Conmebol como escudo institucional para frenar una ley que amenaza el statu quo.