Nacional y economía

Condenan a Clínica Las Condes por negligencia médica

Javiera Sanzana

Periodista

Clínica Las Condes
Foto: Agencia Uno
La resolución judicial acogió la demanda presentada, tras constatar que no hubo un diagnóstico preciso ni una adecuada coordinación entre los especialistas que trataron a la paciente.

El 15° Juzgado Civil de Santiago resolvió que la sociedad Clínica Las Condes S.A. y un médico cirujano deberán pagar de forma solidaria $52.303.066 a una paciente, en compensación por daño emergente y daño moral, luego de que quedara con incapacidad laboral total tras someterse a una operación de caderas.

La resolución judicial acogió la demanda presentada, tras constatar que no hubo un diagnóstico preciso ni una adecuada coordinación entre los especialistas que trataron a la paciente.

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Según se detalla en el fallo, «En definitiva, las defensas de los demandados no tienen ninguna explicación lógica, pues un diagnóstico certero y una cirugía exitosa solo podían devenir en el alivio del padecimiento de la demandante, sin embargo, en el caso de autos, la actora quedó con discapacidad y sin movilidad. Dado que las demandadas querían eximir la imputabilidad de las consecuencias que atribuye la actora, debieron probar que fue debido a una causa ajena al diagnóstico y cirugía; lo cual no hicieron».

DOCUMENTO

El documento también sostiene que «Los médicos determinaron un diagnóstico errado para explicar el origen de su dolor, ya que, aunque la operación resultó exitosa y corrigió la condición, sus padecimientos continuaron».

El tribunal agregó que «Son los mismos demandados quienes comienzan, posterior a las intervenciones, a realizar más estudios que expliquen el origen del dolor para darle un tratamiento adecuado, pero por el contrario como se ha visto los diagnósticos fueron vacilantes y los tratamientos ineficaces, ya que si bien la actora mostraba mejorías temporales el dolor volvía con mayor intensidad. De este modo, en vez que efectuar mejores y más estudios, previo a la cirugía, comenzaron a buscar la causa de dolor con posterioridad a ella».

FALLO

El fallo también subraya que «Sí es razonable que una persona que ingresó con la expectativa de atenderse con un médico que es una eminencia en la especialidad que consulta y posteriormente, pese a que le indican que la cirugía era sencilla y que fue un éxito, ella no pueda caminar, necesite muletas, tratamiento diario de rehabilitación intensiva e hidroterapia (según certificado de la doctora Cortés-Monroy) y tenga movilidad reducida que le impide trabajar; sufra un padecimiento mental como secuela de una negligencia médica. Es tanta la confianza que la actora depositó en el médico señor Mardones, que incluso se somete a finales de 2018 al tratamiento con células madre que este le consiguió, pero no obtiene los resultados prometidos nuevamente».

Finalmente, el documento concluye que «La falta de un diagnóstico integral, certero, oportuno y tratamiento adecuados no solo evitaron que la paciente recuperara su salud, sino que trajeron como consecuencia la declaración de la invalidez total y definitiva de la actora desde el 28 de octubre de 2020, estableciendo como impedimento síndrome pinzamiento de cadera operado, síndrome de dolor lumbar crónico y depresión mayor».

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