En un gesto que podría abrir paso a una tregua temporal en el devastado conflicto en Gaza, el movimiento islamista Hamás anunció este miércoles su disposición a liberar a diez rehenes como parte de las negociaciones de alto el fuego impulsadas por Estados Unidos. Sin embargo, la organización advirtió que las conversaciones siguen siendo «difíciles» ante lo que calificaron como la “intransigencia” del Gobierno israelí.
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El anuncio ocurre mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mantiene reuniones en Washington con el presidente Donald Trump y su secretario de Defensa, Pete Hegseth, centradas en la liberación de los secuestrados retenidos por Hamás desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre de 2023.
Fuentes citadas por la agencia Reuters señalaron que las negociaciones, que se llevan a cabo en Doha, han logrado acotar las diferencias entre las partes, y que la propuesta en discusión contempla un cese de hostilidades de 60 días, la liberación de diez rehenes con vida y la entrega de los cuerpos de nueve más.
A pesar del aparente avance, Hamás afirmó que persisten serios desacuerdos en temas como el flujo de ayuda humanitaria, la retirada de tropas israelíes de Gaza y las garantías para un alto el fuego permanente.
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Desde Estados Unidos, Netanyahu recalcó su objetivo de desmantelar completamente las estructuras militares y políticas de Hamás, al tiempo que aseguró que no cesarán las operaciones hasta lograr la liberación total de los rehenes, «vivos o muertos».
“Estamos decididos a lograr todos nuestros objetivos: la liberación de todos nuestros rehenes, la eliminación de las capacidades militares y gubernamentales de Hamás y garantizar que Gaza no represente más una amenaza para Israel”, afirmó el premier israelí.
El enviado especial de Trump para Medio Oriente, Steve Witkoff, declaró que “de cuatro obstáculos, solo queda uno por resolver” y se mostró confiado en que se logre un alto el fuego “a más tardar este fin de semana”.
En esa línea, el canciller israelí Gideon Saar también expresó optimismo: “Israel está decidido a alcanzar un acuerdo sobre los rehenes y un alto el fuego. Si logramos una tregua temporal, trabajaremos hacia un cese permanente de las hostilidades”, dijo desde Bratislava, donde se encuentra en visita oficial.
BOMBARDEOS INDISCRIMINADOS ELEVAN EL NÚMERO DE MUERTOS EN GAZA
Mientras las negociaciones avanzan, los ataques israelíes en Gaza se han intensificado dramáticamente. El Ministerio de Sanidad del enclave —controlado por Hamás— informó que más de 105 personas murieron y 530 resultaron heridas en las últimas 24 horas, la mayoría mujeres y niños.
Los bombardeos alcanzaron centros de refugiados, tiendas de campaña, hospitales y viviendas, especialmente en zonas densamente pobladas del sur como Khan Younis y Rafah, así como en el campo de refugiados de Al-Shati en el norte. El total de víctimas mortales palestinas desde el inicio del conflicto superaría las 57.600 personas, según cifras consideradas fiables por Naciones Unidas.
Uno de los episodios más trágicos ocurrió en Rafah, donde ocho personas murieron mientras esperaban alimentos en un centro de distribución de ayuda. En Khan Younis, al menos 17 mujeres y 10 niños perdieron la vida solo este miércoles, según informaron autoridades médicas locales.
En el campo de refugiados de Nuseirat, un ataque aéreo mató a una persona e hirió a varias más. La agencia oficial palestina Wafa informó que otros ocho palestinos murieron en el campamento de Al-Shati durante la noche, entre ellos al menos dos menores.
TESTIMONIOS DESGARRADORES DESDE EL TERRENO
La brutalidad de los ataques ha dejado testimonios conmovedores. Um Mohammad Shaaban, una residente de Khan Younis, relató entre sollozos cómo perdió a sus hijos y nietos en un solo bombardeo. “Se suponía que estábamos en una zona segura. Anoche el hospital estaba abarrotado (…) Después de acabar con nosotros, ¿dicen que harán una tregua?”, expresó.
En Gaza ciudad, los equipos de rescate trabajaban sin descanso en busca de sobrevivientes entre los escombros, sin combustible ni maquinaria suficiente.
“Desde medianoche hasta ahora, hemos estado buscando a los niños”, lamentó el residente Ahmed al-Nahhal.
En el campo de Al-Shati, otro habitante, Fadi Judeh, aseguró que no había combatientes en las viviendas atacadas. “Destruyeron la casa sobre las cabezas de los niños, mujeres y ancianos”, denunció.
UNA TREGUA LEJANA PERO POSIBLE
Aunque las negociaciones siguen enfrentando múltiples obstáculos, la voluntad de Hamás de liberar rehenes y la presión internacional —particularmente de Estados Unidos— podrían abrir una ventana para una desescalada en el conflicto. Sin embargo, la magnitud de la violencia en curso y la desconfianza entre las partes hacen que cualquier acuerdo de alto el fuego se mantenga en una cuerda floja.
Mientras tanto, la población civil en Gaza paga el precio más alto, atrapada entre los ataques indiscriminados y la incertidumbre de una tregua que aún no llega.
Hamás afirmó que alcanzó un acuerdo para liberar a diez rehenes como parte de las negociaciones
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