Maurene Comey, una de las fiscales federales más destacadas del Distrito Sur de Nueva York, fue despedida de forma abrupta esta semana, en una decisión que ha encendido nuevas alertas sobre la creciente politización del sistema judicial estadounidense bajo la administración de Donald Trump.
Comey, hija del exdirector del FBI James Comey —removido en 2017 por el propio Trump—, había estado al frente de investigaciones de alto perfil, como el caso contra Jeffrey Epstein y su socia Ghislaine Maxwell, además del reciente juicio al rapero Sean “Diddy” Combs. Su salida fue confirmada por fuentes a CBS News y Politico, aunque hasta ahora el Departamento de Justicia no ha entregado explicaciones públicas.
Según fuentes cercanas al caso, Comey fue informada del despido a través de una carta que citaba el Artículo II de la Constitución. El cual otorga amplios poderes ejecutivos al presidente. “Si un fiscal de carrera puede ser despedido sin razón, el miedo puede filtrarse en las decisiones de los que quedan”, escribió Comey en un correo dirigido a sus colegas. Y agregó. “El miedo es la herramienta de un tirano, esgrimida para suprimir el pensamiento independiente”.
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PURGA JUDICIAL
El despido de Maurene Comey se da en un momento tenso para el Departamento de Justicia. Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero, ha visto una serie de destituciones de fiscales de carrera.
Solo la semana pasada, más de 20 funcionarios que trabajaron en las investigaciones sobre los intentos de revertir las elecciones de 2020 y el caso de los documentos clasificados en Mar-a-Lago fueron cesados por orden de la fiscal general, Pam Bondi.
También fueron despedidos varios fiscales que llevaron los procesos contra los responsables del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Según medios como ABC News, el propio Trump habría expresado su molestia por el hecho de que una “Comey” aún trabajara en el Departamento de Justicia.
El despido de la fiscal ocurre además a solo semanas de que expire el mandato del actual fiscal interino, Jay Clayton. Quien deberá ser ratificado o reemplazado por decisión de los jueces del distrito. Algunos analistas creen que la salida de Comey podría influir en esta decisión, especialmente considerando su cercanía profesional con varios magistrados.
CASO EPSTEIN
La remoción de Comey coincide con una nueva controversia relacionada con el caso Epstein. El Departamento de Justicia y el FBI concluyeron recientemente que no existen pruebas de que el fallecido magnate tuviera una “lista de clientes” de alto perfil. A pesar de las promesas previas de Bondi y otros funcionarios de “revelar la verdad”, se anunció que no se divulgarán más expedientes.
Estas conclusiones han generado indignación entre simpatizantes del movimiento MAGA, quienes acusan a la actual administración de encubrir a figuras influyentes. Trump reaccionó duramente a estos cuestionamientos, calificando de “débiles” a quienes dudan de la versión oficial y afirmando que “ya no quería su apoyo”.
FONDO POLÍTICO
La figura de Maurene Comey, marcada por su apellido y su historial de investigaciones delicadas, parece haberse vuelto incómoda para un gobierno que ha emprendido una purga sistemática en las filas del Departamento de Justicia. Su despido, sumado a los recientes movimientos en la agencia, refuerza las críticas sobre un uso partidista del sistema judicial.
Mientras tanto, la propia Comey advierte sobre el precedente peligroso que esta decisión podría dejar. “No dejes que eso suceda”, escribió a sus colegas.
Maurene Comey, una de las fiscales federales que procesó a Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell y a Sean ‘Diddy’ Combs, es despedida como fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, EE.UU., afirma The New York Times.https://t.co/MBHnsPHFGA pic.twitter.com/U3CPNrsnkw
— EFE Noticias (@EFEnoticias) July 17, 2025