Un incidente ocurrido este jueves a bordo del vuelo 3612 de Delta Connection, operado por SkyWest Airlines, volvió a poner en el centro del debate la creciente ola de comportamientos peligrosos en vuelos comerciales dentro de Estados Unidos. La alarma se encendió cuando un pasajero, Mario Nikprelaj, de 23 años, intentó abrir una puerta de emergencia mientras la aeronave volaba a más de 9 mil metros de altura entre Omaha y Detroit.
Lea también EE.UU. defiende principios de soberanía estatal en el caso YPF
La tripulación intervino de inmediato y el piloto alertó rápidamente a la torre de control, lo que permitió desviar el avión a Cedar Rapids, Iowa, donde la policía arrestó al joven. Nadie resultó herido, pero los pasajeros vivieron momentos de fuerte tensión durante el vuelo.
Más allá del hecho puntual, el caso se suma a una preocupante estadística: la Administración Federal de Aviación (FAA) informó que, solo en 2025, ya se han registrado más de 870 episodios similares. La cifra refleja un aumento sostenido de incidentes relacionados con pasajeros agresivos o descontrolados, muchos de ellos asociados al consumo de sustancias sin prescripción.
Nikprelaj fue formalizado por conducta desordenada, acoso, agresión y posesión ilegal de 41 pastillas de Alprazolam (Xanax), un ansiolítico regulado. Su fianza quedó establecida en 10 mil dólares. La aerolínea SkyWest reiteró su política de “tolerancia cero ante conductas rebeldes”, subrayando la importancia de reforzar las medidas de seguridad y prevención a bordo.
El vuelo pudo retomar su trayecto y aterrizó finalmente en Detroit a las 22:35 horas, con un retraso de 90 minutos. Mientras tanto, expertos en aviación y sindicatos de tripulantes insisten en la necesidad de protocolos más estrictos para enfrentar esta creciente amenaza en las alturas.