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Sin licencia y con deudas: el Barça frena su regreso al Camp Nou

Por Allan Santander

Periodista

camp nou
Trabajos en el estadio del Barcelona, Camp Nou
El club no podrá reabrir su estadio para el Trofeo Joan Gamper por falta de licencias y atrasos en las obras. El regreso podría postergarse hasta 2026.

El FC Barcelona enfrentará el Trofeo Joan Gamper sin la esperada reapertura del Camp Nou. El plan de presentar al equipo en el renovado estadio el 10 de agosto quedó descartado tras confirmarse que las obras no avanzaron al ritmo esperado y que el Ayuntamiento no otorgó la licencia de primera ocupación. El tradicional amistoso se disputará finalmente en el Estadio Johan Cruyff, en Sant Joan Despí.

El aplazamiento reactiva las críticas a la directiva y eleva la presión sobre el arranque de temporada, que también deberá jugarse fuera de casa. Aunque el club propuso el 14 de septiembre como fecha tentativa para volver al Camp Nou, todo dependerá del avance de las obras y de la aprobación de los permisos.

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«NO PODEMOS HACER TRAMPAS»

La advertencia llegó desde la Cambra de Contractistes d’Obra de Catalunya. Lluís Moreno, presidente del gremio aseguró al El Confidencial que “no podemos hacer trampas al solitario para alargar y mantener el plan de viabilidad del Barça, la obra no tendrá las licencias antes del Gamper a menos que se junten los astros”. Añadió que “hasta el 10 de septiembre no es esperable tener la licencia. ¿Qué funcionario va a firmar bajo su responsabilidad que pueden entrar y salir 60.000 personas en dos plantas sin tener la seguridad suficiente?”.

Desde el club explicaron que el incumplimiento de los requisitos municipales impidió obtener la licencia. En un comunicado oficial reconocieron que “ha sido imposible cumplir con todos los requisitos exigidos por las normativas que regulan la obtención de dicha licencia, pese a la voluntad del Club de poner en funcionamiento el Spotify Camp Nou por sectores”.

PÉRDIDAS MILLONARIAS

La incertidumbre golpea también al calendario internacional. La UEFA exige que todos los partidos de la fase de grupos de Champions se disputen en un mismo estadio, que debe inscribirse antes del sorteo del 28 de agosto. El Barça evalúa entre registrar Montjuic, su sede provisional, o inscribir el Camp Nou y arriesgarse a no poder usarlo.

El impacto económico es notable. La reapertura es central para activar ingresos por taquilla y zonas VIP. La venta anticipada de 475 palcos generó 100 millones de euros, fundamentales para elevar el límite salarial e inscribir refuerzos. Sin embargo, ni La Liga ni los auditores los validan hasta que estén operativos. Hoy, jugadores como Joan García siguen sin poder ser inscritos, y las negociaciones por Nico Williams o Luis Díaz se estancaron.

CONSTRUCTORA EN LA MIRA

Limak, la empresa turca a cargo de las obras, se comprometió a cumplir los plazos. En 2023, Joan Laporta aseguró: “Volveremos con el 70% del aforo, seguro. Si no sucede, habrá consecuencias para Limak, como una penalización de un millón de euros por día de retraso”.

Aun así, el club acumula una deuda por retrasos de 202 millones de euros y ha decidido no aplicar sanciones, alegando problemas ajenos a la constructora, como demoras en la llegada de materiales o trabas burocráticas.

CRÍTICAS INTERNAS

Desde la oposición, Víctor Font no ocultó su frustración. “Increíble que siendo el mejor club del mundo hagamos el ridículo con constantes promesas incumplidas”.

Si los permisos no se concretan en septiembre, el regreso podría aplazarse hasta enero de 2026, con todos los costos que eso conlleva. El club, de momento, navega entre la presión deportiva, las urgencias económicas y la desconfianza de sus socios.

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