Atlético de Madrid empató 1-1 ante el Elche en el Metropolitano, en un debut liguero que dejó más dudas que certezas para el equipo del Cholo Simeone.
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UN INICIO PREOCUPANTE PARA SIMEONE
El primer partido en casa del Atlético de Madrid terminó en frustración. Alexander Sorloth abrió el marcador antes del cuarto de hora, pero la alegría duró apenas un minuto: Rafa Mir empató tras una contra perfecta del Elche que expuso la fragilidad defensiva colchonera. Fue la vieja maldición rojiblanca: un córner a favor que terminó en gol en contra.
Simeone se encontró con un escenario inesperado. El equipo buscó variantes ofensivas, pero el plan no fluyó. El carril derecho, errático; Llorente desdibujado; Giuliano sin confianza; y un costado izquierdo poco incisivo. El Atlético dependió de balones largos y alguna conducción aislada de Barrios o Almada, sin generar verdadero peligro.
EL ELCHE, ORDEN Y VALENTÍA PARA RESISTIR
El conjunto ilicitano no solo defendió bien, también supo cómo incomodar al Atlético. Dituro se adelantó para generar superioridad en salida, anulando la presión inicial de los rojiblancos. A partir de ahí, jugadores como Valera, Febas y Mendoza fueron ganando terreno, demostrando personalidad ante un Metropolitano cada vez más inquieto.
Giuliano tuvo una oportunidad clara que acabó en el palo —aunque invalidada por fuera de juego—, y Barrios lo intentó desde la frontal, pero sin éxito. La falta de ideas en ataque fue evidente.
CAMBIOS QUE NO CAMBIARON NADA
Con el empate en el marcador, Simeone agotó sus recursos. Entraron Griezmann, Gallagher y Raspadori, mientras que el Elche apostó por Neto y André Silva. Sin embargo, el guion no cambió. El Atlético volcó el juego por las bandas con Molina y Galán, pero los centros nunca encontraron rematador.
El Elche se defendió con orden y arañó un empate que sabe a triunfo. Para el Atlético, en cambio, este punto deja la sensación de que el equipo extraña demasiado a De Paul y que el inicio de temporada será más complicado de lo esperado.
