Una Comisión Internacional Investigadora de la ONU acusó a Rusia del crimen de lesa humanidad por el traslado forzoso de población ucraniana de los territorios donde ha asentado su ocupación o a los que se está expandiendo.
«El terror infundido en la población ha obligado a miles a huir», denunció en Ginebra, ante el Consejo de Derechos Humanos, el presidente de la Comisión, Erik Mose.
De acuerdo con sus reportes, los ataques con drones y deportaciones «revelan esfuerzos coordinados y organizados por parte de las autoridades rusas para capturar más territorio, así como para consolidar su control sobre las zonas que ya ocupan en Ucrania».
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A su juicio, obligar a las poblaciones locales a marcharse es parte de esta estrategia.
Mose expuso que la evidencia confirma que las localidades atacadas por Rusia ahora se extienden a lo largo de más de 300 kilómetros en la orilla derecha del río Dniéper, que está bajo control de Ucrania.
CRÍMENES DE GUERRA
Ahí el organismo de la ONU detectó que las fuerzas armadas de Rusia atacan a civiles que caminan o utilizan algún medio de transporte, así como bienes civiles, incluidas viviendas, infraestructura vital y edificios diversos en las provincias de Jersón, Dnipropetrovsk y Mykolaiv, precisó la Comisión.
Desde posiciones al lado izquierdo de la orilla donde se encuentran, las fuerzas armadas rusas utilizan para sus ataques drones que les permiten la observación y el seguimiento de objetivos en tiempo real, describió la agencia EFE.
Con esas armas persiguen a las víctimas y les lanzan explosivos.
«Canales de Telegram administrados por las propias unidades responsables de las fuerzas armadas rusas o por personas cercanas a ellas han difundido cientos de videos de civiles siendo asesinados o heridos, lo cual constituye el crimen de guerra de ultrajes contra la dignidad», aseguró la Comisión.
Mose agregó que los drones también han sido dirigidos contra socorristas, ambulancias y camiones de bomberos con marcas distintivas, impidiéndoles intervenir tras los ataques.
Asimismo, confirmó que los ataques con armas explosivas en zonas pobladas siguen siendo la principal causa de víctimas entre los civiles, que han aumentado considerablemente este año con respecto de 2024, al menos el 40%.