Belém se convierte desde este jueves 6 de noviembre en el epicentro político del clima. Más de 50 jefes de Estado y delegaciones de 143 países aterrizan en la capital amazónica para una reunión previa a la COP30, con un objetivo explícito del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva: terminar con las cumbres de discursos e iniciar la era de las decisiones obligatorias.
La cita, planteada como un anticipo de la COP30 del próximo año, busca marcar el tono político de las negociaciones y definir qué compromisos serán realmente exigibles a partir de 2026.
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LOS AUSENTES Y LA TENSIÓN GLOBAL
Mientras líderes europeos como Emmanuel Macron, Keir Starmer y Ursula von der Leyen confirmaron su presencia, las grandes potencias emisoras de carbono llegan debilitadas:
- China solo enviará al viceprimer ministro Ding Xuexiang.
- Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, no enviará una representación de alto nivel y el propio presidente sigue cuestionando el cambio climático.
Desde América Latina, el presidente colombiano Gustavo Petro viajará con una propuesta centrada en la eliminación gradual de los combustibles fósiles y una reforma financiera global que no siga endeudando a los países del Sur.
“LA COP DE LA VERDAD”: LULA EXIGE ACCIÓN
Lula, anfitrión de la cumbre, lanzó un mensaje frontal a los países desarrollados. “Basta de discursos. Necesitamos implementar.”
El mandatario acusó a varias naciones de no cumplir el Acuerdo de París, que obliga a limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 °C. Lula advirtió que esta cumbre no será una vitrina de marketing verde ni un “mercadillo ideológico”, sino una instancia para obligar a cumplir lo prometido antes de anunciar nuevos compromisos.
Un reciente informe de la ONU revela que, pese a las promesas, el mundo apenas ha reducido 0,3 °C la trayectoria del calentamiento respecto al año pasado.
QUÉ SE DISCUTIRÁ EN BELÉM
Durante los dos días de sesiones:
- Lula presentará un fondo global para la protección de los bosques tropicales, reemplazando las donaciones por inversión climática real.
- Se realizarán mesas de trabajo sobre transición energética, financiamiento climático y la evaluación de los 10 años del Acuerdo de París.
A diferencia de la COP30, aquí no habrá declaración final obligatoria, aunque Brasil negocia acuerdos específicos en áreas clave como bosques y financiamiento climático.
UN MOMENTO DEFINITORIO
Belém es más que una preparación logística: es el punto donde se decidirá si la COP30 será solo otra cumbre o el inicio de un cambio estructural.
Lula lo resume así. “No queremos comodidad, queremos desafíos.”
Este encuentro definirá si el mundo llega a la COP30 con metas concretas… o con las manos vacías.
Nos reuniremos en Belém do Pará, puerta de entrada a la Amazonía en Brasil, junto a mandatarios de todo el mundo, para participar en la Cumbre de Líderes de la COP30, con el objetivo de abordar materias como el cambio climático, la protección de los océanos y las energías… pic.twitter.com/e5wtTpGytT
— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) November 6, 2025







