Washington entra en una jornada decisiva. Este domingo, el Senado de Estados Unidos abrió una sesión de emergencia —fuera del calendario legislativo— con el objetivo de poner fin al cierre parcial del gobierno federal, que ya supera los 40 días y amenaza con golpear el crecimiento económico del último trimestre de 2025.
El líder de la mayoría republicana, John Thune, anunció que la cámara trabajará sin límite de horario hasta lograr un acuerdo presupuestario. “Nos mantendremos en sesión hasta que el gobierno vuelva a funcionar”, afirmó al ingresar al Capitolio.
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La estrategia del oficialismo es votar un paquete de tres leyes de asignaciones de largo plazo, incorporando el llamado minibus —que reúne varias partidas presupuestarias— y una extensión temporal de fondos. El objetivo es destrabar el bloqueo que ya tumbó 14 votaciones por falta de los 60 votos necesarios.
“Ha habido suficientes negociaciones. Lo único que queda es votar. Estamos muy cerca”, sostuvo el senador republicano Mike Rounds.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
Para la Casa Blanca, el impacto ya es evidente. Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, advirtió en CBS que la parálisis podría costar hasta 1,5% del PIB, cifra que —dijo— podría quedar corta si el cierre se prolonga.
Los efectos se sienten en varios frentes:
- Vuelos cancelados por falta de controladores aéreos.
- Demoras en la entrega de ayuda alimentaria en los programas federales.
- Tensiones políticas por la asignación de recursos al sistema de salud.
EL CHOQUE POLÍTICO
La raíz del estancamiento está en el presupuesto sanitario. Los republicanos rechazan seguir financiando subsidios federales vinculados a la ley de salud aprobada en el gobierno de Barack Obama.
Donald Trump avivó la presión durante el fin de semana. “Obamacare enriquece a las aseguradoras a costa del pueblo estadounidense”, escribió en su red Truth Social.
El presidente propone redirigir esos fondos a cuentas de ahorro médico individuales. Los demócratas ofrecieron reabrir el gobierno a cambio de extender por un año los créditos fiscales para la cobertura de salud, pero los republicanos lo rechazaron.
UN CIERRE HISTÓRICO
Es la segunda vez en el año que el Senado sesiona un domingo y la número 70 desde 1861, según el registro oficial.
Mientras los negociadores redactan el texto definitivo del minibus, la sesión permanece abierta, sin hora de término y con la presión creciente del impacto económico y social.
En el Capitolio, la consigna es una sola: no levantarse hasta que el gobierno vuelva a funcionar.
🏛️🇺🇸/ Vaya, el cierre del gobierno se está convirtiendo en un culebrón político interminable! desde la cuenta personal @AnibalSanchezOF adelantaba sobre el #Shutdown más largo al superar los 35 días de 2018-2019, y que el 21 de noviembre seria fecha clave, al tiempo que… pic.twitter.com/gumwtwOeIp
— Anibal E. Sanchez Ismayel (@AnibalSanchezOF) November 8, 2025







