Estados Unidos profundizó su estrategia de presión en la región al anunciar la operación militar “Lanza del Sur”, una ofensiva liderada por el Comando Sur (SOUTHCOM) y la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear, presentada como un golpe frontal contra redes de narcoterrorismo en América Latina. La iniciativa, ordenada por el presidente Donald Trump, coincide con un inédito despliegue militar en el Caribe y con un aumento de la tensión con el gobierno de Nicolás Maduro.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, oficializó el anuncio y lo enmarcó en una narrativa de defensa interna: “Esta misión defiende nuestra patria, expulsa a los narcoterroristas de nuestro hemisferio y protege a nuestra patria de las drogas que están matando a nuestra gente. El hemisferio occidental es la vecindad de Estados Unidos, y la protegeremos”.
Lea también París honra a víctimas del 13N a diez años de los ataques
Hegseth añadió que Trump “ordenó actuar” y que el Pentágono está cumpliendo esa directriz con una combinación de despliegue naval, operaciones conjuntas y acciones letales en el mar.
EL USS GERALD R. FORD, PIEZA CENTRAL Y SEÑAL POLÍTICA HACIA CARACAS
Según autoridades estadounidenses, la campaña incluye la llegada al Caribe del USS Gerald R. Ford, el portaaviones más avanzado del país y el mayor del mundo, cuya presencia no se veía en América Latina desde hace décadas. El movimiento es leído por expertos como un mensaje directo al régimen de Nicolás Maduro, acusado por Washington de liderar el denominado Cartel de los Soles.
El Pentágono admite que la nave aún cruza el Atlántico medio y no ha llegado a la región, pero analistas como Mark Cancian (CSIS) advierten que no permanecerá mucho tiempo allí: su alto valor estratégico podría obligarla a moverse rápidamente hacia otros focos de tensión, como Medio Oriente. Cancian subraya además que Venezuela opera sistemas antimisiles rusos de última generación, capaces de dificultar seriamente cualquier operación aérea estadounidense si la crisis escala.
OPERACIONES ENCUBIERTAS Y ATAQUES EN EL MAR: EL OTRO EJE DE LA CAMPAÑA
La administración Trump complementa el despliegue naval con ejercicios militares cerca de las costas venezolanas, operaciones autorizadas de la CIA dentro del territorio y ataques a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental. Estas acciones, justificadas como golpes contra el narcotráfico, han dejado más de 75 personas fallecidas, según cifras oficiales.
El secretario de Estado, Marco Rubio, reforzó el mensaje tras una reunión del G7 en Canadá: el objetivo es “frenar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos combatiendo a narcoterroristas organizados”. “Eso es lo que el presidente ha autorizado y eso es lo que el ejército está haciendo”, afirmó.
VENEZUELA RESPONDE CON MOVILIZACIÓN MASIVA
El anuncio generó una inmediata reacción del gobierno venezolano. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, informó en televisión estatal una “movilización masiva” de tropas y civiles, con ejercicios de dos días que involucraron recursos aéreos, navales, terrestres y sistemas de misiles. Las imágenes difundidas mostraron formaciones militares en varias regiones y a Padrino supervisando equipos antiaéreos en Caracas.
ONDAS EXPANSIVAS EN LA REGIÓN: TENSIONES CON COLOMBIA Y CAUTELA EN MÉXICO
El impacto diplomático se extendió rápidamente.
- Colombia, cuyo presidente Gustavo Petro fue sancionado recientemente por Washington por presuntos vínculos con el narcotráfico, anunció la suspensión del intercambio de inteligencia con Estados Unidos, aunque luego condicionó su cooperación a garantías de respeto a los derechos humanos.
- México, por su parte, decidió reforzar la vigilancia marítima. La presidenta Claudia Sheinbaum instruyó a la Secretaría de Marina a interceptar embarcaciones sospechosas en aguas internacionales cercanas a México para evitar incidentes con fuerzas estadounidenses.
¿AMENAZA REAL O PRESIÓN ESTRATÉGICA?
Para David Smilde, académico de la Universidad de Tulane y experto en Venezuela, la operación busca principalmente aumentar la presión política: “El objetivo es ofrecer una amenaza creíble de uso de la fuerza, más que ejecutar una intervención militar directa”.
En conjunto, el anuncio de “Lanza del Sur” y el despliegue del Gerald R. Ford consolidan el giro más agresivo de la política estadounidense hacia América Latina en décadas, con un mensaje nítido: Washington está dispuesto a usar su poder militar para redefinir las reglas de seguridad en el hemisferio.
EE. UU. erradicará el narcotráfico
———————————————
Donald Trump ha ordenado la operación Lanza del Sur, cuyo objetivo es destruir a todos los narcotraficantes del continente. https://t.co/9KGH7nqJB5 pic.twitter.com/NfFWP798yR— Luis Carlos Molina 🇬🇹 (@luiskmolina) November 13, 2025






