La COP30 entró este viernes en su jornada final marcada por una profunda fractura entre las delegaciones, luego de que Brasil —país anfitrión y presidente de la cumbre— presentara una propuesta de acuerdo que omite por completo la eliminación progresiva de los combustibles fósiles. La iniciativa, revelada tras un día de caos por un incendio en el recinto, profundizó las críticas de una treintena de países que exige una hoja de ruta clara para abandonar el petróleo, el carbón y el gas.
El siniestro, ocurrido en el Parque da Cidade y que obligó a suspender las sesiones del jueves, dejó a veinte personas intoxicadas por humo y destruyó parte de los pabellones nacionales. Aun así, las plenarias se reanudaron este viernes con la participación de casi 200 delegaciones y más de 43.000 acreditados, en la primera COP celebrada en plena Amazonía.
UN TEXTO SIN “FÓSILES”
La presidencia brasileña difundió una nueva versión del documento final que no menciona ni una sola vez el término “combustibles fósiles”. Tampoco plantea una ruta para eliminarlos, pese a la presión diplomática acumulada en las últimas semanas.
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La reacción fue inmediata. La Unión Europea calificó el texto de “decepcionante” y alejado de la ambición necesaria para contener la crisis climática. Francia denunció una “omisión incomprensible”, mientras el presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, reconoció que el tema “divide profundamente” a los países.
Una carta firmada por Colombia, Francia, Reino Unido, Alemania, Bélgica y otros gobiernos —y divulgada por la delegación colombiana— advirtió que la propuesta “no cumple las condiciones mínimas para un resultado creíble” y que no apoyarán un documento sin una hoja de ruta para abandonar los fósiles de manera justa y ordenada.
EL NUDO POLÍTICO: UN BLOQUE DE RECHAZO LIDERADO POR POTENCIAS ENERGÉTICAS
Aunque el presidente Luiz Inácio Lula da Silva defiende públicamente la necesidad de avanzar hacia una transición acelerada que garantice el límite de 1,5 ºC, las negociaciones internas chocaron con un grupo de países que frenó cualquier referencia explícita al fin de los combustibles fósiles.
Según un negociador consultado bajo anonimato, China, India, Arabia Saudita, Nigeria y Rusia rechazaron de forma categórica la inclusión de metas de eliminación. Esa resistencia bloqueó las aspiraciones de los países más ambiciosos y dejó a Brasil en una posición incómoda como mediador.
UN EVENTO BAJO PRESIÓN
La COP30 ya enfrentaba tensiones antes del incendio: la ONU había enviado una queja formal por problemas de seguridad y filtraciones de agua en el recinto. La protesta de un grupo indígena la semana pasada también obligó a reforzar el dispositivo policial interno.
Pese a las críticas, el ministro brasileño de Turismo, Celso Sabino, defendió la capacidad organizativa del país y aseguró que el incendio “podría haber ocurrido en cualquier lugar del mundo”.
Mientras tanto, los delegados continuaban negociando contrarreloj para intentar cerrar un acuerdo que evite que la cumbre amazónica quede marcada por la falta de consenso en el punto más sensible del debate climático: el futuro de los combustibles fósiles, responsables centrales del calentamiento global.
En una declaración histórica en la #COP30, los países firmantes se comprometieron a proteger la información basada en evidencia científica como base de la #AcciónClimática.
Es la primera vez que la integridad de la información se convierte en una prioridad global frente a la… pic.twitter.com/oWDVZLPkbs
— Naciones Unidas (@ONU_es) November 13, 2025







