Un sobreviviente de la tragedia ocurrida el 17 de noviembre en Torres del Paine denunció grave mal trato por parte del administrador del Campamento Los Perros, recinto operado por la empresa Vértice. El testigo aseguró que, tras el desastre que dejó cinco turistas muertos, el personal del campamento no brindó ayuda y actuó con indiferencia en plena emergencia.
Ese día, una tormenta extrema golpeó el circuito de La O, con ráfagas de 193 km/h y fuerte acumulación de nieve. El grupo de excursionistas en Torres del Paine quedó atrapado sin posibilidad de avanzar. El siniestro generó impacto mundial y abrió cuestionamientos sobre la preparación y los protocolos de seguridad dentro del parque.
Según los relatos de los sobrevivientes, el rescate no comenzó por una acción oficial. Turistas que arriesgaron su vida iniciaron la búsqueda mientras, según acusan, no existió un despliegue coordinado de emergencia ni presencia de guardaparques en el sector.
Entre los sobrevivientes estaba Ángelo, un chileno que realizaba el trekking junto a un amigo. En conversación con Chilevisión Noticias, relató que la tormenta los golpeó sin aviso. “Nos empezó a pegar la nieve fuerte, nos hacía daño en la cara. Vimos una roca y nos quedamos ahí unos 20 minutos porque no podíamos movernos. Pensamos lo peor”, contó.
Ángelo agregó que otros excursionistas comenzaron a deslizarse por la pendiente. “La gente gritaba por ayuda. Veías personas cayendo por la nieve, era desesperante”.
Heridos y con síntomas de hipotermia, varios lograron regresar al Campamento Los Perros. Esperaban asistencia inmediata, pero denuncian que ocurrió lo contrario. Ángelo acusó un trato humillante del administrador: “Nos trató súper mal, como si fuéramos débiles por no haber logrado pasar”.
El sobreviviente destacó que un trabajador sí intentó ayudar, pero aseguró que el administrador lo intimidó. “El jefe de mantención ayudó todo el rato. Escuché cuando el administrador le dijo que si seguía, lo iba a acusar de abandono de deberes”, afirmó.
Las acusaciones no terminan ahí. Ángelo denunció que, incluso después de la tragedia, les cobraron por dormir en una carpa y por usar sacos de dormir. También aseguró que les negaron acceso a internet, impidiendo que se comunicaran con sus familias. Según dijo, el wifi estaba reservado exclusivamente para el personal de Vértice.
Tras ser trasladado al hospital, Ángelo señaló que intentaron evitar la presencia de la prensa. “Nos sacaron por atrás y nos dijeron que nos fuéramos para la casa. Eran las dos de la mañana”.
Consultada por las denuncias, la empresa Vértice declinó entregar comentarios, de acuerdo con el citado medio.





