Un grupo internacional de científicos, liderado por Baptiste Chide, investigador del Institut de Recherche en Astrophysique et Planétologie (Francia), logró identificar por primera vez señales directas de actividad eléctrica en la atmósfera de Marte.
El equipo detectó indicios acústicos y eléctricos compatibles con descargas durante episodios de viento y levantamiento de polvo en el cráter Jezero, la zona donde opera el rover Perseverance. Los resultados fueron publicados en la revista Nature.
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“Esto constituye una evidencia de actividad eléctrica atmosférica en Marte”, señala Chide, autor principal del estudio. Hasta ahora, la electrificación del planeta rojo se consideraba una posibilidad teórica asociada a las frecuentes tormentas de polvo, pero nunca se había captado de manera directa.
ANÁLISIS
El análisis se basó en 28 horas de audio recopilado por el micrófono de Perseverance a lo largo de dos años marcianos —casi cuatro años terrestres—, dentro de los cuales se identificaron 55 eventos eléctricos.
“Los resultados muestran que las descargas se correlacionan más con actividades convectivas localizadas asociadas al levantamiento de polvo o arena, como diablos de polvo o frentes de tormentas, que con los periodos de mayor opacidad atmosférica”, explica Chide. Este hallazgo cuestiona la idea de que los campos eléctricos se intensifican automáticamente en zonas más cargadas de polvo.
Dos de los fenómenos detectados ocurrieron durante los únicos encuentros del rover con diablos de polvo, y ambos generaron descargas. De acuerdo con los investigadores, “diablos de polvo con parámetros similares deberían ser también fuentes de descargas de energía comparable”.
Con estos registros, el equipo estima que la energía eléctrica generada por estos remolinos en la región de Jezero podría situarse entre 1 y 105 microjulios por kilómetro cuadrado y por sol, dependiendo de cuán intensos y frecuentes sean estos vórtices.
¿QUÉ ORIGINA LA ELECTRICIDAD EN MARTE?
El estudio también plantea que los frentes activos de tormentas de polvo —que se cuentan por miles cada año en Marte— serían los principales responsables de la electricidad atmosférica del planeta. “Los frentes de tormenta probablemente dominan el presupuesto eléctrico global de Marte”, afirma la investigación.
Estas descargas no solo interactúan con el polvo en suspensión, sino que también influyen en la circulación atmosférica y en la química de la superficie. Según los autores, “Los campos eléctricos reducen la velocidad de fricción necesaria para levantar partículas, lo que realimenta positivamente el levantamiento de polvo y afecta al ciclo global del polvo y al clima”.
Además, la electrificación facilita la formación de oxidantes como el peróxido de hidrógeno y podría mantener procesos químicos vinculados al cloro, elementos clave para la conservación de compuestos orgánicos y la posible habitabilidad del planeta.
Para futuras misiones humanas o robóticas, estas descargas podrían representar un peligro. Tal como advierte el equipo, “Un mejor conocimiento de estas descargas ayudará a proteger a los robots y astronautas”. En el pasado, ya se habían planteado eventos eléctricos como potencial causa de fallos en sondas, como la Mars 3 soviética, que dejó de transmitir en plena tormenta.
Finalmente, este descubrimiento vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de investigar más a fondo la electrificación de Marte. “Este estudio activa de nuevo la necesidad de contar con instrumentos dedicados que midan la actividad eléctrica in situ, así como de desarrollar nuevos modelos atmosféricos que incorporen estos fenómenos y sus consecuencias”, concluye Chide. También se abre la posibilidad de que procesos similares ocurran en otros cuerpos polvorientos del sistema solar, como Venus o Titán.






