Eutanasia: Gobierno pone «suma urgencia» al proyecto, activando discusión inmediata. El objetivo, que se promulgue durante la actual administración.
El Gobierno del presidente Gabriel Boric activó este lunes la discusión inmediata para el proyecto de Ley de Eutanasia, una señal inequívoca de que La Moneda busca dejar promulgada la norma antes de marzo de 2026. Con esta urgencia legislativa, el Senado dispone de seis días para someter el proyecto a votación en sala, acelerando un debate que Chile arrastra desde hace casi dos décadas.
La iniciativa —ya aprobada por la Cámara de Diputadas y Diputados en abril de 2021— permitiría que toda persona mayor de 18 años, chilena o extranjera con residencia legal superior a 12 meses, pueda solicitar la muerte médicamente asistida si padece una enfermedad grave, incurable o en etapa terminal. La solicitud exige la confirmación del diagnóstico por dos médicos especialistas y un informe psiquiátrico, garantizando que la decisión sea libre, lúcida y consciente.
Qué falta para que la Ley de Eutanasia sea realidad
El proyecto está en segundo trámite constitucional en el Senado. Ya superó la votación en general en la Comisión de Salud, por lo que deberá ahora enfrentarse a la Sala:
Votación en Sala del Senado.
Si se aprueba, vuelve a Comisión para votarse en particular (artículo por artículo).
Luego regresa nuevamente a la Sala.
Tras aprobarse, pasa a tercer trámite en la Cámara de Diputados.
Si ambas cámaras concuerdan, se convierte en ley.
Si hay diferencias, se convoca a Comisión Mixta.
La ruta es conocida, pero la urgencia del Gobierno indica que La Moneda espera que el Senado destrabe un debate postergado por 20 años. Desde 2004, múltiples iniciativas se han archivado, rechazado o simplemente han quedado congeladas.
Experiencia internacional: qué han hecho otros países
Chile no legisla en el vacío. Al contrario, la eutanasia ya es legal en distintos países, algunos con décadas de experiencia acumulada:
Países Bajos (2002): primer país del mundo en legalizarla. El modelo neerlandés exige sufrimiento insoportable, enfermedad incurable y evaluación por un segundo médico.
Bélgica (2002): legislación similar, pero más amplia; permite eutanasia incluso en casos de sufrimiento psíquico severo.
Canadá (2016): modelo basado en autonomía del paciente, con requisitos médicos estrictos y supervisión federal.
España (2021): aprobó una ley que reconoce el derecho a la “muerte digna” con controles éticos y sanitarios, sistema que Chile ha analizado en comisiones.
Colombia: es el primer país de América Latina donde la eutanasia está autorizada por vía judicial desde 1997 y regulada por el Ministerio de Salud desde 2015.
En todos estos casos, la evidencia comparada muestra que la eutanasia no incrementa la mortalidad general, sino que regula situaciones que ya existían de manera informal, aumenta el control médico y reduce prácticas clandestinas.
Un debate que se cruza con la agenda política
En paralelo, la discusión se entrecruza con polémicas políticas como los dichos del diputado Meza sobre conmutar penas a violadores —criticado incluso por parte de su propio sector— y la disputa por el enfoque ético que debe guiar el debate legislativo.
Lo claro es que la discusión ya no se moverá al ritmo tradicional: con la urgencia del Ejecutivo, el Senado tendrá que decidir si Chile se suma al grupo de países que garantiza el derecho a la muerte digna, o si el país seguirá postergando un debate que ya tiene 20 años.







