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Maternidad Francia ofrece 1.000 euros para evitar su cierre y revive debate sanitario

Anto Fuenzalida

Periodista

Saint-Amand-Montrond busca atraer partos con vales de consumo local para alcanzar el mínimo legal y mantener operativa su maternidad rural.

La inédita medida de maternidad Francia llegó desde Saint-Amand-Montrond, donde las autoridades ofrecerán 1.000 euros en vales a embarazadas que decidan dar a luz en la localidad para impedir el cierre de su única unidad obstétrica.

La crisis de natalidad que enfrenta Europa ha golpeado con fuerza a Francia, especialmente en zonas rurales donde los hospitales luchan por sostener servicios esenciales. En ese escenario, la maternidad de Saint-Amand-Montrond tomó una decisión tan inesperada como polémica: entregar 1.000 euros en vales comerciales a las embarazadas que elijan dar a luz allí a partir de enero de 2026. La iniciativa busca mantener abierta la unidad obstétrica, que hoy no alcanza el mínimo legal de nacimientos requerido al año.

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La normativa francesa exige 300 partos anuales para que una maternidad continúe funcionando. Sin embargo, este centro apenas proyecta 226 nacimientos para el cierre del año, una cifra que amenaza directamente su continuidad. Por eso, el concejo municipal aprobó la medida con la esperanza de atraer a más mujeres y así evitar la desaparición del servicio. Para Saint-Amand-Montrond, un pueblo de 10.000 habitantes, la maternidad no solo es un servicio sanitario: también es un empleador clave. De los 675 trabajadores del hospital y del asilo, 34 pertenecen a esta unidad.

¿POR QUÉ TOMARON ESTA MEDIDA?

El alcalde Emmanuel Riotte defendió la estrategia explicando que no se trata de pagar a las mujeres por tener hijos, sino de apoyar a quienes ya están embarazadas y desean dar a luz localmente. Aclaró además que las futuras madres deberán asistir a controles prenatales y que los partos de mayor riesgo serán derivados a hospitales más preparados. Aun así, la iniciativa generó resistencia dentro del gremio médico.

Especialistas en anestesiología y salud materna han señalado que las maternidades rurales con poca actividad representan riesgos, debido a la falta de personal altamente calificado de manera permanente. Anne Wernet, del sindicato de anestesiólogos, afirmó que algunas unidades deberían cerrar por seguridad, pues en clínicas pequeñas “no pasa nada por largo tiempo y cuando surge un problema, no hay manos expertas suficientes para manejarlo”.

El debate ocurre en un contexto más amplio. En la última década, Francia ha perdido cerca de una quinta parte de sus salas de maternidad, quedando 457 en 2023. Al mismo tiempo, la tasa de fertilidad cayó a 1,6 hijos por mujer, una cifra que sigue siendo de las más altas de la Unión Europea, pero insuficiente para garantizar el reemplazo generacional. La medida de maternidad Francia aparece entonces como un intento desesperado de resistir una tendencia que parece consolidarse en todo el continente.

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