La historia pudo ser distinta para la selección chilena. Matías Almeyda, actual entrenador del Sevilla, reveló que estuvo a pasos de transformarse en el técnico de La Roja hace algunos años. La confesión llegó en la antesala del duelo que su equipo empató 1-1 ante Valencia, donde el DT argentino abrió una ventana a un capítulo poco conocido de su carrera y del propio fútbol chileno.
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En ese periodo, la ANFP buscaba reemplazante para Reinaldo Rueda. Según Almeyda, su nombre no solo apareció como opción, sino que fue parte activa del proceso. “Sí, es verdad. Yo hablé con la gente de la selección. Estaba muy entusiasmado, porque era un desafío muy lindo”, explicó. El técnico afirmó que la posibilidad lo motivaba profundamente por el nivel de los jugadores chilenos y por el prestigio que La Roja había alcanzado durante la última década.
En esos años, Almeyda dirigía al San Jose Earthquakes de la MLS. Su buen rendimiento lo había posicionado en el radar internacional y su estilo de trabajo coincidía con la búsqueda de Quilín. Sin embargo, la operación se estancó por un motivo que él mismo transparentó. “Tenía una cláusula muy alta donde estaba. Era imposible que pagaran un monto tan alto por un entrenador”, reconoció. Fue ese detalle —más económico que deportivo— el que terminó alejándolo de Juan Pinto Durán.
Pero el sueño no era solo suyo. Almeyda recordó que incluso su padre se ilusionó con la posibilidad. “Fue una de las últimas conversaciones que tuve con él. Me decía que se iría en auto desde Argentina para verme todos los fines de semana”, relató. Cuando la opción se cayó, también vino la frustración familiar. “Pero bueno, había un contrato firmado”, cerró.
Hoy, desde Sevilla, Almeyda dirige a un plantel donde destacan los chilenos Alexis Sánchez y Gabriel Suazo. Y mientras consolida su proyecto en España, reconoce que el anhelo de dirigir a La Roja fue real, intenso y, por poco, posible.







