Hace unos días se cumplieron 20 años desde que nos transportamos por primera vez al mágico mundo de Las Crónicas de Narnia en la pantalla grande.
Y aunque todos recordamos al león Aslan y el famoso ropero, hay varias curiosidades que hacen que Narnia sea aún más especial.
REFERENCIAS CRISTIANAS
Por ejemplo, ¿sabías que C.S. Lewis, el creador de la saga, incluyó referencias cristianas de manera muy sutil? Aslan no es solo un león gigante: también representa sacrificio y esperanza, aunque de manera muy mágica.
El casting también tiene su historia: los hermanos Pevensie fueron elegidos buscando que se sintiera natural la química entre ellos, y muchos de ellos formaron amistades que duran hasta hoy. Y hablando de magia, los animales fantásticos que vemos en las películas, como centauros y faunos, combinaron animatrónicos y CGI, algo súper innovador para la época.
Las locaciones tampoco se quedan atrás: Irlanda y Nueva Zelanda fueron los escenarios perfectos para dar vida a los bosques, castillos y paisajes que hacen que Narnia parezca real. Y claro, hay frases que se quedaron en nuestra memoria para siempre, como “¡Levántate, Aslan!” o “Siempre invierno, pero nunca Navidad”.
Lo más increíble es pensar que Lewis escribió estos libros entre 1949 y 1954, y que décadas después, Narnia sigue inspirando películas, obras de teatro y juegos, conectando con nuevas generaciones.
Narnia nos recuerda que siempre hay lugar para la aventura, la amistad y la esperanza, y que un mundo mágico siempre puede estar a solo un paso… o un ropero de distancia.
