El testimonio del director de ProCultura, Alberto Larraín, ante el tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) en el marco de un requerimiento de la oposición contra el gobernador Claudio Orrego -a quien se le acusa de faltas graves a la probidad-, descartó cercanía con la autoridad.
En su declarción del 18 de diciembre abordó la suscripción del convenio por $1.600.000 con el gore metropolitano para ejecutar el programa «Quédate», orientado a la prevención del suicidio.
De acuerdo con T13, la ministra Adelita Ravanales le preguntó si tenía un vínculo personal con el gobernador.
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En la declaración se lee que “el testigo indica que le tocó trabajar mucho con el señor Orrego. Tuvieron una relación cercana, pues entró a militar en el partido Democracia Cristiana en 2014, cuando se iba del municipio de Peñalolén, porque admiraba el trabajo del señor Orrego como Alcalde, y siguió vinculado con él, porque el requerido ha tenido siempre un vínculo muy genuino con los temas de salud mental”.
Aclaró, eso sí, que no mantenían encuentros externos de camaradería.
HASTA DEMOCRACIA VIVA
Frente a la pregunta de si Claudio Orrego tuvo una intervención en su contratación, Larraín declaró que “ninguna».
Añadió que «estuvo en el partido hasta después de la elección de la senadora (Carolina) Goic. Por lo que sostiene que no tiene vínculos personales más allá del trabajo que han realizado juntos. No se visitan, no participan en eventos comunes. No han mantenido amistades en común. Una vez se vieron en el aeropuerto en Buenos Aires y se tomaron un café”.
Respecto del funcionamiento del programa, Larraín advirtió que funcionó bien hasta junio de 2023, cuando estalló el caso “Democracia Viva” que terminó llevándolos a la quiebra.
“Procultura tenía una vertiente en asuntos de vivienda y como consecuencia del caso «Democracia Viva» se terminaron todas las donaciones”, especificó Larraín.







