La Agrupación Judía Diana Arón (AJDA) expresa su profunda solidaridad con las víctimas del atentado ocurrido en Bondi, con sus familias y con la comunidad judía afectada por el ataque terrorista perpetrado en Australia el pasado domingo 14 de diciembre, durante la celebración de Janucá.
Condenamos de manera categórica el asesinato de civiles motivado por el odio. Este crimen terrorista, de carácter judeófobo, es absolutamente injustificable.
Consideramos necesario explicar el contexto político que hoy expone a las comunidades judías en distintas partes del mundo a situaciones de violencia. Desde nuestra perspectiva, el Estado de Israel tiene una responsabilidad central en este escenario debido a su sostenida política de violencia y vulneración de derechos, que genera un previsible rechazo a nivel internacional.
Desde hace décadas, el discurso sionista dominante ha promovido la identificación entre judaísmo y Estado de Israel. Sin embargo, el judaísmo es una identidad religiosa, cultural y ética diversa, que no puede ni debe confundirse con la defensa incondicional de un Estado ni con sus intereses políticos. Presentar las acciones del Estado israelí como si expresaran la voluntad del conjunto del pueblo judío es una distorsión peligrosa.
Esta identificación forzada busca blindar al Estado de Israel frente a la crítica, calificando de antisemitismo incluso las denuncias por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos contra el pueblo palestino. En este marco, organizaciones que se autodenominan “comunidades judías”, sin representar a la totalidad de judíos y judías, instrumentalizan hechos terroríficos como este para justificar políticas de ocupación, apartheid y castigo colectivo contra la nación palestina.
Advertimos que la violencia y el odio persistirán mientras se sigan negando los derechos fundamentales del pueblo palestino —incluido su derecho a la autodeterminación—, se mantenga la impunidad y se permita que un Estado actúe al margen del derecho internacional sin consecuencias.
Combatir el antisemitismo exige romper definitivamente la confusión entre judaísmo y Estado de Israel, y rechazar la instrumentalización de una identidad histórica para justificar políticas coloniales, racistas y de exterminio.
Defender los derechos del pueblo palestino y exigir la actuación de la justicia internacional no solo es una obligación ética y jurídica, sino también una condición indispensable para proteger a las comunidades judías, en Israel y en el resto del mundo, frente a un nacionalismo que no representa a la totalidad del pueblo judío.
AJDA reafirma su compromiso con los derechos humanos universales, la justicia, la igualdad entre los pueblos y una paz basada en la verdad, la rendición de cuentas y el fin a la impunidad.
