En la antesala de las elecciones presidenciales que terminaron con la victoria del republicano José Antonio Kast, el Colegio Médico (Colmed) dio a conocer una agenda programática para el período 2026-2030.
En este contexto, el planteamiento considera seis áreas estratégicas y apunta a avanzar hacia un sistema de salud más equitativo y oportuno, con énfasis en la disminución real de las listas de espera, un financiamiento basado en resultados, condiciones laborales dignas, transformación digital y una mirada integral a los determinantes sociales y la equidad territorial.
Asimismo, la iniciativa recoge las conclusiones del seminario “Desafíos en Salud para un Nuevo Gobierno”, desarrollado los días 29 y 30 de mayo en la sede nacional del gremio. En dicha instancia, participaron exautoridades y especialistas del ámbito sanitario, entre ellos los doctores Luis Castillo, Gisela Alarcón, Paula Daza, Fernando Araos, Ricardo Fábrega, Karla Rubilar, Jaime Mañalich y Jeanette Vega.
APORTES
A ello se suman los aportes emanados del trabajo colaborativo de las y los consejeros nacionales, junto a representantes de las 20 regionales que conforman la orden.
Respecto al propósito del documento —presentado a los candidatos presidenciales— la presidenta nacional del Colegio Médico, Anamaría Arriagada, señaló que la meta fue articular un conjunto de propuestas “concretas, relevantes y transformadoras en salud”, integrando “la visión crítica, propositiva y territorial de las y los médicos del país”.
EJES PLANTEADOS POR COLMED
Gestión de la espera y red asistencial: Contempla la puesta en marcha de un Modelo Nacional de Trayectoria de Cuidado; un Sistema de Acompañamiento para Personas en Lista de Espera; la integración efectiva de especialidades en la Atención Primaria de Salud (APS); la definición de tiempos máximos de espera mediante un marco normativo y operativo; la creación de una Comisión Nacional Permanente de Gestión de la Espera; un sistema interoperable de gestión de la red asistencial; el fortalecimiento de estrategias de retención y disponibilidad de especialistas en el sistema público; y el impulso a la participación local y al control social.
Gobernanza, institucionalidad y rol del Estado: Propone la creación de una Dirección Nacional de Prestadores; el fortalecimiento de la Superintendencia de Salud en su rol fiscalizador; la consolidación de mecanismos de participación vinculante y cogestión territorial; un marco regulatorio para la integración público-privada; mayor transparencia, rendición de cuentas y control ciudadano; además de un nuevo escenario postreforma ISAPRE, con ordenamiento del sector privado y avances hacia un Seguro Único.
CONDICIONES LABORALES Y FINANCIAMIENTO
Financiamiento, eficiencia e incentivos: Plantea la implementación de pagos capitados ajustados por riesgo y variables sociales; presupuestos hospitalarios basados en Grupos Relacionados de Diagnóstico (GRD); el rediseño del financiamiento per cápita en APS; incentivos institucionales orientados a la eficiencia y calidad; financiamiento público para prestaciones de salud mental; y una regulación efectiva de la complementariedad entre los sectores público y privado.
Recursos humanos y condiciones laborales: Incluye una formación profesional alineada con las necesidades sanitarias del país; el fortalecimiento de la carrera médica y la modernización del estatuto administrativo; la profesionalización de la gestión sanitaria y los procesos de selección de directivos; condiciones laborales seguras y resguardo de la salud mental de los equipos de salud; regulación del teletrabajo y modalidades mixtas; y el reconocimiento de la salud laboral como una política pública.
TECNOLOGÍA Y SALUD MENTAL
Tecnología, digitalización e innovación: Considera el desarrollo de una ficha clínica electrónica única, interoperable y de uso obligatorio; sistemas inteligentes de priorización y monitoreo de listas de espera; uso de inteligencia artificial para la gestión clínica y sanitaria; innovación en salud pública digital y vigilancia epidemiológica; herramientas tecnológicas para la promoción y prevención en salud; y el fortalecimiento de la equidad digital y el acceso universal a tecnologías sanitarias.
Determinantes sociales, salud mental y equidad territorial: Propone reforzar la atención en salud mental con un enfoque comunitario, integrado y con financiamiento adecuado; incorporar los determinantes sociales en la planificación sanitaria; fortalecer el enfoque intercultural con participación activa de comunidades y pueblos originarios; reducir brechas territoriales mediante una política nacional de equidad en salud; adaptar el sistema sanitario a los efectos del cambio climático y a desastres sanitarios; mejorar los sistemas de información para monitorear desigualdades; enfrentar la baja natalidad con medidas de conciliación, integración y apoyo a la infancia; abordar de forma integral el Alzheimer y otras demencias desde una perspectiva familiar y comunitaria; y relevar la educación sexual como un eje de la salud pública y la prevención.
Para conocer el contenido completo de la propuesta, se puede revisar el documento íntegro en el enlace correspondiente.





