Política

Jorge Matter: Del escenario de Kast a la cárcel por explotación sexual infantil

Mario López M. Periodista

Jorge Morales Iter alias Jorge Matter
La vinculación de Matter con el mundo de la farándula y la política de derecha no es una especulación; está «inmortalizada» en videos y fotografías que él mismo exhibía con orgullo en redes sociales. No obstante, tras conocerse los cargos, esos registros han comenzado a desaparecer de las cuentas oficiales de parlamentarios y figuras del sector que hoy buscan, apresuradamente, borrar su rastro.
El influencer y manager Jorge Matter pasó, en apenas diez días, del clímax político a la celda. El pasado 14 de diciembre de 2025, celebraba eufórico desde el escenario principal en Providencia el triunfo presidencial de José Antonio Kast. Sin embargo, este 24 de diciembre, el mismo tribunal que observaba sus andanzas de campaña decretó su prisión preventiva por delitos de explotación sexual infantil.
Matter no fue un adherente más. Su labor como operador para el Partido Nacional Libertario le valió un rol clave en la campaña, cimentado por sus altos contactos con la cúpula derechista. Mientras celebraba la victoria electoral, nada en su actitud hacía presagiar el desplome judicial que se avecinaba.

Los cargos: Droga, abusos y pornografía

El influencer, cuyo nombre real es Jorge Morales Iter, enfrenta cargos por explotación sexual infantil y suministro de drogas a menores de edad. La fiscal Camila Albarracín González fue tajante al señalar que la investigación se extiende a la difusión de material pornográfico infantil, tras la incautación de múltiples dispositivos electrónicos.
«Tenemos antecedentes suficientes para corroborar la declaración de la víctima», señaló la fiscal a Radio Cooperativa. Los relatos son estremecedores: describen domicilios donde se fabricaba y consumía «tusi» (droga rosa) en presencia de menores, como parte de una dinámica de captación y abuso.

La red de contactos y el silencio cómplice

La vinculación de Matter con el mundo de la farándula y la política de derecha no es una especulación; está «inmortalizada» en videos y fotografías que él mismo exhibía con orgullo en redes sociales. No obstante, tras conocerse los cargos, esos registros han comenzado a desaparecer de las cuentas oficiales de parlamentarios y figuras del sector que hoy buscan, apresuradamente, borrar su rastro.
Pero el punto es más que anecdótico: es una crisis de coherencia.
El sector que hoy llega al poder lo hizo bajo un estricto discurso de protección a la familia, las buenas costumbres y la infancia. La contradicción entre esos valores y la conducta criminal imputada a uno de sus promotores más fervientes merece, al menos, un repudio oficial. Sin embargo, desde la oficina del presidente electo y el Partido Nacional Libertario solo emana el silencio.

El contraste de la «superioridad moral»

Con justa razón, este sector rasgó vestiduras cuando la corrupción o los abusos —como el caso del exsubsecretario del gobierno anterior— mancharon a sus adversarios. Pero hoy, frente a un caso que involucra a niños y a un rostro que dirigía a las masas desde su propio escenario, la indignación parece haberse agotado.
Matter no era un extraño; el «adherente de a pie» no sube al estrado principal ni se fotografía con la elite del poder. Mientras las campañas de Kaiser y de Kast basaban su éxito en la promesa de orden y moral, la Fiscalía expone hoy que la visibilidad y el roce social de Matter habrían sido la fachada perfecta para una red de abusos.
Como escribió el poeta Carlos Pezoa Véliz: «Tras la paletada, nadie dijo nada, nadie dijo nada…». En el Chile de finales de 2025, el silencio ante la explotación infantil parece ser el primer decreto del nuevo ciclo político.
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