Durante la tarde del viernes, y de manera telemática, el Partido Socialista (PS) realizó su primer encuentro formal para examinar en profundidad la derrota de Jeannette Jara en la elección presidencial del pasado 14 de diciembre.
A casi dos semanas del revés electoral, y con un ambiente más sereno, la colectividad llevó a cabo una sesión de su comisión política.
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La reunión, que se inició cerca de las 19.30 horas, contó con la presencia de figuras clave del partido, entre ellas la senadora y presidenta del PS, Paulina Vodanovic; el senador José Miguel Insulza; los exministros Ana Lya Uriarte y Osvaldo Andrade; además de los diputados Daniel Manouchehri, Daniella Cicardini, Leonardo Soto y Daniel Melo, entre otros dirigentes.
A diferencia de instancias anteriores, en esta ocasión la comisión no emitió definiciones políticas formales. No obstante, los participantes tuvieron espacio para compartir sus análisis sobre el resultado electoral. Si bien no hubo autocríticas profundas, sí se repitieron algunos diagnósticos comunes.
PLANTEAMIENTOS
Uno de los planteamientos más reiterados fue la necesidad de abordar el tema con mesura, estudiar con detención las causas del resultado y evitar caer en “listas de supermercado” destinadas a justificar la derrota o a buscar responsables dentro del propio sector. En ese contexto, distintos dirigentes del PS expusieron sus visiones.
Entre las posturas que generaron mayor eco estuvo la del diputado Daniel Manouchehri, quien subrayó el carácter multifactorial de la derrota. En su análisis, apuntó a que las expectativas ciudadanas respecto del gobierno del Presidente Gabriel Boric no siempre fueron satisfechas, pese a la disposición del Ejecutivo. A ello sumó los procesos constitucionales fallidos y la falta de mayoría parlamentaria, factores que —a su juicio— configuraron un escenario adverso que terminó erosionando el respaldo social y político del sector.
Manouchehri profundizó su diagnóstico al señalar que la izquierda, en su conjunto, ha decepcionado a la ciudadanía. En esa línea, mencionó como hitos relevantes el rechazo a los retiros de fondos previsionales y la imposibilidad de avanzar en reformas estructurales. Asimismo, sostuvo que los casos Fundaciones y Monsalve dañaron la imagen del gobierno de Boric.
INICIATIVA
El parlamentario también enfatizó que el sector perdió la iniciativa política, actuó en “la cancha de la derecha” y permitió que ese bloque avanzara sin contrapeso en el ámbito digital, mediante bots y plataformas como TikTok.
En una línea similar, los diputados Leonardo Soto y Daniel Melo plantearon análisis igualmente duros. Soto recalcó la necesidad de dimensionar el alcance de la derrota, considerando que se produjo en todas las regiones y en todos los niveles socioeconómicos. Además, sostuvo que el resultado era previsible desde la primaria del 29 de junio, cuando las encuestas ya mostraban una ventaja significativa de José Antonio Kast.
Soto añadió que el desenlace estuvo marcado por las derrotas políticas de un gobierno con logros acotados y por la “superioridad moral” con la que el Frente Amplio (FA) arribó a La Moneda, en alusión a Giorgio Jackson.
En el mismo tono, Melo expresó su preocupación por el hecho de que la derecha lograra instalar la elección como un plebiscito sobre la gestión del Presidente Boric.
AUTOCRÍTICA
La ausencia de una autocrítica más profunda en el PS —y en el conjunto del Socialismo Democrático— es observada con atención tanto por el Partido Comunista (PC) como por el Frente Amplio. Desde el PC existe malestar por lo que consideran un respaldo tardío de los socialistas y otros partidos a Jeannette Jara, principalmente después de la primera vuelta y de la elección parlamentaria.
En tanto, en el FA sostienen que el Socialismo Democrático ha responsabilizado al gobierno y al propio Frente Amplio, pese a que algunos de los episodios más complejos del Ejecutivo han tenido como protagonistas a esos sectores, como el rechazo de la reforma tributaria, el caso Monsalve y la fallida compra de la casa del expresidente Salvador Allende.
Más allá del resultado electoral, la comisión política del viernes también abrió un espacio para proyectar el futuro del PS, esta vez desde la oposición. Entre los comentarios surgió la idea de marcar diferencias con otras fuerzas políticas. En ese marco, Andrade enfatizó que una de las tareas urgentes del partido es volver a vincularse con la clase trabajadora.
DEBATE
Este debate se dio en paralelo al llamado del PC a movilizarse contra Kast, realizado meses antes de su eventual llegada a La Moneda. Bajo ese escenario, algunos integrantes de la comisión plantearon la importancia de fortalecer la unidad del sector, pero sin caer en una oposición homogénea ni diluir la identidad socialista.
Con el objetivo de profundizar estas definiciones y seguir trabajando en la identidad partidaria, el PS realizará su comité central —la máxima instancia resolutiva— entre la segunda y la tercera semana de enero. Además, durante este año se llevará a cabo la conferencia programática del partido, iniciativa aprobada por la comisión política, que busca debatir, actualizar y dar coherencia al proyecto político socialista. Este encuentro está previsto para el mes de junio.
