A medida que se acerca la hora de los balances con miras al cambio de gobierno, la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, reconoció dos grandes errores en la administración del Presidente Gabriel Boric, donde solo uno fue el tratamiento dado a la acusación contra Manuel Monsalve.
El primero fue la instalación de Izkia Sichez como ministra del Interior, porque «todo otro trabajo que se hizo pasó un poco a segundo plano. Pero eso no quiere decir que no se hiciera”, afirmo al rebatir la idea de que el tema de la seguridad no fue prioridad al comienzo de la administración.
El segundo fue el caso dedel exsubsecretario del Interior imputado por violación y abuso sexual en contra de una subalterna.
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“Distinguiría dos cuestiones: una fue el manejo de los primeros días, de los cuales yo no formé parte. Creo que fue aquí mismo (en el mismo estudio) que dije que me habría gustado saber antes para poder aportar en el manejo del caso de acuerdo a las directrices que tenemos en el ministerio de la Mujer”, dijo Orellana en entrevista con CNN Chile.
Admitió, también, que «tengo mi autocrítica de que estaba tan enojada que salía a hablar sin tener todos los antecedentes. No sabía cómo se habían dado las cosas».
UN COMPROMISO PENDIENTE
Orellana además aseveró que sí se planteó renunciar a su cargo a raíz del caso Monsalve, pero que no lo hizo «porque tengo un compromiso que va a más allá de lo enojada que pude haber estado».
Agregó que «en ese momento además teníamos un compromiso pendiente, que para mí era muy relevante, que era la publicación del reglamento de objeción de conciencia (en la ley de aborto), que habíamos trabajado durante dos años con las organizaciones, con expertas abogadas, y que era el paso necesario para poder implementar correctamente las tres causales».
«Y por lo tanto, centrarse en la tarea, a veces es una buena forma de esquivar turbulencia», sostuvo Orellana.







