La defensa de la destituida ministra de la Corte Suprema Ángela Vivanco quema los últimos cartuchos en si intento de que la querella de capítulos en su contra -cuya aprobación abriría el camino para que fuera formalizada- llegue a puerto y el último movimiento fue la solicitud de inhabilidad de 14 ministros del máximo tribunal y una ministra suplente.
La recusación ingresada en la Corte de Apelaciones de Santiago cuestiona que “¿quién decidirá sobre la admisibilidad de esa querella y eventualmente juzgará sus méritos? Increíblemente, la misma Corte Suprema, el mismo órgano colegiado que actuó como acusador y juez en la remoción, pretende ahora constituirse en tribunal de esta causa penal”, sostiene el documento.
“Es decir, los mismos ministros que ya formaron convicción en contra de la exministra, al punto de destituirla y exponerla públicamente, serían quienes evalúen si corresponde encausarla penalmente y, llegado el caso, juzgarla. Esta superposición de funciones desborda los principios elementales de justicia y sitúa el proceso en una condición institucionalmente insostenible”, añade.
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Específicamente, la defensa de Vivanco solicita la recusación de Ricardo Blanco, Andrea Muñoz, Gloria Ana Chevesich, Arturo Prado, Mauricio Silva, María Repetto, Leopoldo Llanos, Adelita Ravanales, Mario Carroza, Jean Pierre Matus, María Cristina Gajardo, María Soledad Melo, Mireya López y Jessica González, y de la ministra suplente Eliana Quezada.
«PRINCIPIOS BÁSICOS DE JUSTICIA»
El texto plantea además que “se sembró la sospecha sobre la ministra antes de que ella pudiera siquiera conocer detalladamente de qué se le acusaba” y que “este fue el primer quiebre en las garantías de imparcialidad y legalidad, consumado en el seno mismo del órgano llamado a resguardarlas”.
El documento, difundido por La Tercera, asevera que Vivanco fue removida de su cargo “sin mediar procedimiento disciplinario previo alguno, contraviniendo la práctica judicial asentada y principios básicos de justicia”.
Agrega que se le negó la posibilidad real de contrarrestar las imputaciones, no se le permitió acceso pleno al expediente ni a las supuestas pruebas en su contra, no hubo audiencia pública, testigos contrainterrogados ni un análisis sereno de descargos.
Asimismo, apunta a que “algunos ministros que participaron en la votación arrastraban vínculos o intereses en los hechos (incluso apareciendo ellos o sus familiares mencionados en los chats filtrados), pero no se abstuvieron”, en indirecta alusión al recién removido supremo Diego Simpértigue.
Ahora la Corte debe resolver.
De todos modos, si la petición de inhabilidad tiene éxito el máximo tribunal podría armar sala para revisar la querella de capítulos contra Vivanco con ministros no inhabilitados, como los nuevos supremos Omar Astudillo y Gonzalo Ruz, un ministro suplente y dos abogados integrante.







