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Proceso Constitucional a las puertas del infierno

Santiago, Chile.

Mario López M.

Milagro sería que se impusiera el texto de los expertos y para ello se requiere que republicanos recapacite y deje de ser La Lista del Pueblo de la extrema derecha.

Proceso constitucional a las puertas del infierno: se cae por no representar el sentir del pueblo o porque no se logran los 3/5 para enmendar el texto y no hay plebiscito.

Mucho se ha especulado que Chile podría, nuevamente, quedar sin nueva Constitución. Las encuestas, de manera unánime, dan por fracasado el proceso ante una inminente votación “en contra”.

Pero no es la única alternativa en que, eventualmente, nos podríamos quedar sin un nuevo texto que haga sentido al país.

También se ha especulado acerca de no solo no tener nueva Constitución, sino que, además, tampoco tener plebiscito de salida.

Proceso Constitucional a las puertas del infierno

En ambas circunstancias, nuevamente las especulaciones se han hecho de las portadas y las opiniones de personeros públicos.

“Nos quedamos con la que está”, opinan unos. “El Congreso debe ejercer su potestad constituyente y revivir la propuesta transversal de los Expertos”, dicen otros.

Los partidos han salido a tratar de rescatar el proceso. Algunos, desde la denuncia, para intentar hacer despertar a los comisionados.

“El Consejo Constitucional va derechito al fracaso”, disparó la alcaldesa de Providencia e indisimulada candidata presidencial de la UDI, Evelyn Matthei.

Alberto Undurraga, presidente DC, tras reunión con comisionadas expertas de ese partido, declaró: “Somos de la opinión de que el texto actual no es aprobable”, aunque manifestó esperanzas de cambios.

Republicanos y su imposición identitaria

El presidente del PPD Jaime Quintana vaticinó el posible fracaso del proceso constituyente y acotó que “Los responsables van a ser Republicanos y Chile Vamos”.

Aunque parezca paradojal, el líder del Partido Republicano, quienes conducen el actual proceso constitucional, José Antonio Kast, no ha descartado llamar a “rechazar” el nuevo proyecto.

Claro que, por razones diversas a la inmensa mayoría del país, según las encuestas: El líder de Republicanos advirtió que no tendrían «ningún problema» en llamar a rechazar el texto constitucional de no aprobarse las enmiendas que impulsan desde su partido.

Fin de una fase, comienzo de la incertidumbre

En menos de una semana más, el Consejo terminará de votar las normas en el pleno y despachará la propuesta a los comisionados para que se inicie la tercera fase del proceso.

Esta etapa consiste en que, en solo cinco días, los 24 comisionados tienen que realizar observaciones al texto redactado por los consejeros.

Estas observaciones se traducen en un informe con enmiendas para suprimir normas, modificar artículos o agregar nuevas cláusulas.

Así, pareciera que la cancha es abierta, pero también incierta.

Para aprobar una observación el reglamento y la Constitución vigente exigen el visto bueno de 3/5 de la Comisión Experta, es decir, el voto favorable de 14 expertos, de los 24 existentes.

Algunos ven en el paso por la Comisión Experta, la oportunidad de enmendar “los gustitos” del Partido Republicano avalado por una parte importante de Chile Vamos, que hace rato se rindió a Kast.

Sin embargo, entre los comisionados de centro y de izquierda la postura es una sola: el objetivo de la Comisión Experta no es “resolver los problemas políticos”, o, en su caso, los desacuerdos de las derechas”.

No hay agua en la piscina

Han advertido que solo procederán a aprobar observaciones al fondo del texto si es que hay un acuerdo político transversal a nivel de partidos. En caso contrario, prevalecerá el texto impuesto por la extrema derecha.

El propio jefe de bancada de republicanos en el consejo, Luis Silva, ha advertido a la Comisión de Expertos: cuando tenga el proyecto de carta magna en sus manos para revisión, “tenga que considerar las sensibilidades de las bancadas mayoritarias de este consejo constitucional y por lo tanto debieran medirse a la hora de formular observaciones”, dijo suelto de cuerpo.

Ello se basa en que, de haber discrepancias, una comisión mixta deberá resolverlas y allí, les recordó que ellos tienen la mayoría (22 de 50) consejeros para imponer sus términos.

¿Qué podría salir mal?

A pesar de la bravuconada, al interior del Consejo y a nivel de partidos se repite una y otra vez que “el proceso aún no ha finalizado”.

Las fichas en esta verdadera ruleta rusa, están depositadas en lo que puedan hacer los comisionados. “Nos están pidiendo un verdadero milagro”, reclaman algunos.

La derecha ha endosado a los expertos el arreglar todos los problemas que han ocurrido en el Consejo debido a “normas mal redactadas o con problemas técnicos”: “Que lo arreglen los expertos”. Pero que no se metan en el fondo, es la idea de Republicanos.

Chile: entre La Lista del Pueblo y Republicanos

Aunque no es materia de este análisis, los grandes problemas del actual texto que amenaza con el fracaso, radican en enmiendas identitarias que impusieron desde republicanos con la complicidad de la derecha, que contienen una visión valórica unilateral en materias sensibles.

Estado social y democrático de derechos a la basura, rol de las FFAA como suprapoder, aborto en presunto riesgo en sus tres causales, intervención en el Poder Judicial, rebaja de parlamentarios que incidiría en la representación popular, retroceso en materia de DDHH., elevar a rango constitucional materias propias de ley, etc., son solo algunos de los problemas que los expertos enfrentarán.

Cierto, los expertos pueden enmendar cuestiones de fondo si reúnen los quórums, pero ahí se valida la amenaza de Silva, republicanos impondría mayorías circunstanciales y ya no habría nada más que hacer.

Qué viene

Para entender esto, es necesario comprender que no tiene ningún sentido que los expertos modifiquen el texto en asuntos importantes logrando los 3/5 incluso sumando a comisionados de Chile Vamos.

Ello, porque cuando su informe vuelva al pleno del Consejo, no existirán los 3/5 para aprobar las enmiendas de los comisionados. Para que los comisionados puedan actuar, se necesita vincular sus modificaciones con los votos favorables de 3/5 del pleno.

Los 30 votos para visar las observaciones de los expertos no pueden lograrse sin republicanos, pues aun sumando los 17 consejeros de izquierda y los 11 de Chile Vamos, quedan cortos.

Con ambos bloques solo suman 28 votos. Faltan dos para llegar a los 30. Es entonces fácil entender que para que las observaciones tengan éxito se necesita sumar al menos dos consejeros republicanos, lo cual parece cuesta arriba.

Si no hay un pacto transversal de los partidos, como aconteció con el texto de los expertos, estos solo se tendrán que limitar a observar asuntos técnicos, de palabras y verbos, no más que eso.

Cadem nos recordaba hace poco que solo el 21% está dispuesto a aprobar el nuevo texto tal como está quedando. No hay muchas esperanzas. Proceso Constitucional a las puertas del infierno.

Pero no es el único peligro.

Desde afuera del Consejo han surgido voces que plantean que incluso podría no haber plebiscito. Idea que empezó a deslizar el exdiputado Pepe Auth, quien planteó que si no hay texto, no habrá plebiscito.

Se basa en una constatación de lo que dice el reglamento y la Constitución.

El primero dice que al final de todo, el pleno del Consejo debe hacer una votación de todo el texto en su conjunto. Solo si en esa votación 3/5 del pleno dan su visto bueno, existirá propuesta y solo con ese texto, el Presidente de la República puede convocar a plebiscito.

De no existir los 3/5, que es una situación no irreal si la derecha de CHV recapacita y deja de apoyar el asalto identitario de republicanos, no habrá ni plebiscito ni nueva Constitución.

Pero nadie desde el proceso constitucional acepta que ello sea posible, se aferran a que Republicanos entienda que no puede dirigir un proceso para luego echarlo por la borda.

Chile Vamos: entre la complicidad y el fracaso  

Incluso en Chile Vamos solo ocupan esa alternativa del todo o nada para justificar que el Partido Republicano no tiene alternativas para posicionarse por la opción “En contra”.

“Si el Partido Republicano piensa votar en contra del texto en diciembre, posiblemente vote en contra en la votación final en el Consejo del texto en noviembre y en consecuencia, no hay texto”, ha dicho el comisionado Sebastián Soto (Evópoli).

A partir de este nuevo escenario, no poco improbable, las voces de distintos actores políticos se han alarmado: «Los consejeros tienen que tomar conciencia que si no construyen los 3/5, este proceso va a abortar», advirtió el ministro Álvaro Elizalde.

“Si no hay nueva Constitución, «viene pa’ acá (al Congreso) y nosotros la modificamos», dijo la senadora Luz Ebensperger, de la UDI.

«Este proceso puede fallar (…) porque el Consejo Constitucional no logró ponerse de acuerdo en un texto y, por tanto, no hay nada que votar (en el plebiscito)» dijo a su vez Rodrigo Galilea senador y presidente de RN.

Lo impensado podría ser realidad

El periodista Daniel Matamala también se sumó a comentar este escenario: “Es perfectamente posible que NO haya plebiscito el 17 de diciembre”.

“Según confirmé con varios miembros de la Comisión Experta, si el Consejo no aprueba por 3/5 el proyecto final, no habría plebiscito”, dijo.

“Bastaría que Republicanos no vote a favor para que ello ocurra. O que el oficialismo más mayoría de CHV se oponga”, analizó.

Lo cierto, es que encuestas y rebarajes de cálculos para la votación final, del 7 de noviembre, asoman como un mal pronóstico.

Proceso Constitucional a las puertas del infierno.

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