Juan Antonio Coloma, presidente del Senado y Ricardo Cifuentes, presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, mostraron sus opiniones en contra de los dichos de Carolina Tohá sobre las «usurpaciones pacíficas».
Este domingo 1 de octubre, El Mercurio consignó que, para impugnar la legítima defensa de los dueños, la ministra del Interior señaló que hay usurpaciones, «donde no hay violencia e intimidación a las personas y tampoco hay violencia en las cosas».
A raíz de ello, se vetó la Ley de Usurpaciones. Propuso un catálogo escalonado de penas, donde, frente a usurpaciones no violentas, los involucrados podrían arriesgar multas o hasta 61 días de cárcel.
En el marco de aquello, el presidente del Senado, fue categórico: «objetivamente, el Gobierno ha tomado una mala decisión, porque ha desnaturalizado la ley». Según él, una de las más relevantes en materia de seguridad.
Para Coloma, la suposición de que no toda usurpación es violenta y por tanto, no todas las penas son iguales, «es una forma de debilitar la defensa del Estado de Derecho. Toda usurpación es de naturaleza violenta», indica.
Desde la Cámara Baja, su presidente apoya lo señalado: «Una toma es violenta solo por el hecho de ser tomada, no hay que necesariamente violentar los bienes materiales».
Luego enfatizó que, «tomarse un terreno que no es de mi propiedad ya es un acto violento». Además, calificó el tema como uno » tremendamente complicado» que generará «un gran debate».