Chile perdió los Juegos Panamericanos 1975 por el Golpe de Estado y los de 1987 por la crisis económica de la dictadura militar, que terminó por abandonar la organización. Esto no fue bien recibido por Panam Sports, costándonos una apabullante derrota en la candidatura de 2019.
Afortunadamente, para este 2023 Chile recibió el visto bueno y la fiesta de los Juegos Panamericanos se apoderó de nuestro país. Estamos viviendo el evento polideportivo más grande del continente el cual, a todas luces, ha sido un éxito total, al nivel incluso de recibir felicitaciones del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Tomás Bach.
Sin embargo, Santiago 2023 no siempre fue así. Este mega evento deportivo comenzó su recorrido en 2017. Pasó por tres gobiernos distintos, atrasos, críticas, problemas e incluso miedo de que no llegara a realizarse.
LOS JUEGOS SON DE SANTIAGO
El camino de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 comenzó en enero de 2017, durante el gobierno de Michelle Bachelet, y bajo el alero de Pablo Squella, ministro del Deporte.
Chile llegó a Punta del Este para presentar su candidatura como sede de la cita polideportiva más grande del continente, pero no llegó solo, ya que en paralelo Argentina también se estaba postulando. Sin embargo, los trasandinos no se habían postulado con la intención de albergar los Juegos Panamericanos, sino “para darnos una mano, para que no estuviéramos solos en este proceso“, dijo el exministro del Deporte a El Dínamo.
Efectivamente, los argentinos habían viajado a Punta del Este con el objetivo de respaldar a Chile, ya que en Uruguay bajaron su candidatura y con ello entregó su respaldo a la candidatura de Santiago 2023.
Tras superar la primera barrera en el país oriental, la delegación chilena tenía que presentarse en Praga, República Checa, para asegurar la realización de los Juegos Panamericanos en nuestro país. “Allí expusimos ante los 41 comités olímpicos nacionales de Panam Sports. Y fuimos elegidos de manera unánime”, declaró Squella al citado medio.
Así fue como en noviembre el año 2018 Santiago fue elegido como la sede de los Juegos Panamericanos 2023 y allá en Praga se firmó el contrato entre Panam Sports, el ministerio del Deporte y el Comité Olímpico Chileno, un papel que selló la confianza en la capacidad organizativa de nuestro país.
Las obligaciones que asumió Chile eran claras y debían comenzar a trabajar en la organización de los Juegos Panamericanos. Uno de los primeros puntos era conformar un comité organizador, pero la administración de Michelle Bachelet estaba llegando a su fin y las riendas de Santiago 2023 quedaron en las manos del gobierno de Sebastián Piñera.
LA POSTA PASA AL GOBIERNO DE SEBASTIÁN PIÑERA
El nuevo gobierno tenía la misión de dejar avanzados los Juegos Panamericanos, debían crear un comité y comenzar con la construcción y remodelación de los recintos que albergarían los eventos deportivos, entre otras obligaciones.
Sin embargo, tras asumir en 2018 pasó prácticamente un año sin que la administración de Sebastián Piñera comenzara a trabajar en la organización. Recién en 2019 nombra al primer directorio, que fue encabezado por Eduardo della Maggiora. Este renunció ese mismo año, poco después del Estallido Social, por lo que pasó mucho tiempo sin que se licitaran los proyectos.
Tras la renuncia de Della Maggiora asumió Felipe de Pablo, que lideró la Corporación de Santiago 2023 hasta enero de 2022, donde presentó su renuncia ad portas de que comenzara el gobierno de Gabriel Boric.
“Recibimos la postulación al asumir en marzo de 2018, pero más que ser un buen gesto no tenía plan de infraestructura, desarrollo ni presupuesto. En 2018 el gobierno se dedicó a armar una corporación que tampoco existía y eso se vino a constituir en 2019. Nosotros encaramos una bonita tarea, pero era eso: una tarea, un cuerpo sin estructura ni plan de trabajo. Por otro lado, a comienzos de 2020 nosotros presentamos un plan de infraestructura”, dijo Ernesto Urdangarin, jefe de la División de Infraestructura del Ministerio del Deporte, al medio El Mostrador.
Las obras de la Villa Panamericana comenzaron recién el 14 de diciembre de 2021, con poco más de un año de margen para la cita continental, lo que mostraba un claro retraso en la infraestructura para los Juegos Panamericanos.
A ello, se sumó el hecho de que el gobierno de Sebastián Piñera tuvo complicaciones que hicieron que la organización de Santiago 2023 pasara a segundo plano, pues producto del Estallido Social y la pandemia tuvieron que cambiar los planes y con ello los tiempos de trabajo que se habían propuesto desde un inicio.
Incluso, el Senador PPD Felipe Harboe pidió abandonar la oportunidad de ser sede y aseguró a CNN que “estamos hablando de un desembolso que no se justifica en un momento tan complejo del punto de vista de la economía y la situación crítica social que viven miles de familias en Chile”.
UNA MISIÓN DE DIFÍCIL, PERO NO IMPOSIBLE
El tiempo no jugaba a favor de Chile y en marzo de 2022 asumió el gobierno de Gabriel Boric, que desde un comienzo estableció que los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 eran una prioridad.
En un inicio la cita polideportiva más grande del continente quedó bajo el alero de Alexandra Benado, primera ministra del Deporte.
El 17 de marzo de 2022, el ministerio del Deporte tomó su primera decisión respecto de los Juegos Panamericanos y nombró a Gianna Cunazza como la nueva directora de la Corporación Santiago 2023 y comenzó a liderar la organización con la ministra Benado.
Sin embargo, las soluciones que Santiago 2023 necesitaba no llegaron y, a sólo 140 días de que iniciaran los Juegos Panamericanos, Cunazza presenta su renuncia bajo problemas de dineros no rendidos que llegaban hasta los $50 mil millones, lo que produjo que Contraloría suspendiera los fondos públicos para el evento.
La salida de Cunazza era esperada por el ministerio del Deporte, debido a las críticas que había tenido su gestión, pues Benado había dejado la cartera. Por ello el nuevo ministro del Deporte, Jaime Pizarro, quería nombrar a un nuevo director de su confianza.
UNA CARRERA CONTRA EL TIEMPO, PERO POR EL CAMINO CORRECTO
“El Directorio de Santiago 2023 ha decidido esta tarde, por amplia mayoría, que la Dirección Ejecutiva de la Corporación será asumida por el periodista Harold Mayne-Nicholls”, informó el comunicado que presentaba al nuevo timonel de la organización de los Juegos Panamericanos.
Mayne-Nicholls con el ministro Pizarro comenzaron a tomar la batuta de los Juegos Panamericanos y seguir con el trabajo que habían dejado las otras administraciones, haciéndose cargo principalmente de los atrasos.
Una de las tareas más grandes fue el Centro Acuático de Estadio Nacional, que recién en noviembre de 2022 tuvo la aprobación para comenzar con las obras y en abril de 2023 solo llevaba 10% de avance.
El tiempo corrió y los avances comenzaron a llegar junto con los recintos deportivos que eran inaugurados por el presidente Boric. Finalmente, para el 14 de octubre, a sólo seis días del inicio de los Juegos Panamericanos, el Parque Estadio Nacional con todos sus recintos fue inaugurado.
Como dijo el mejor deportista olímpico de Chile, Nicolás Massú, “nada es imposible” y así Santiago 2023 contra todo pronóstico y problemas logró convertirse en una realidad. Los Juegos Panamericanos que hoy organiza el país son un éxito tremendo que se ha valido los elogios del mundo del deporte internacional, e incluso comienza a pensar en unos posibles Juegos Olímpicos.
