Cohete Starship de SpaceX volvió a explotar, luego de un despegue exitoso durante la mañana de este sábado, pero desafortunadamente terminó con una explosión y la pérdida de señal.
Tras el despegue, el propulsor Super Heavy y la nave espacial Starship se separaron de manera exitosa. Sin embargo, durante la separación, el Super Heavy sufrió una explosión sobre el Golfo de México. A pesar de esto, la nave espacial Starship pudo continuar brevemente su viaje.
Este intento logró llevar al sistema Starship mucho más lejos que su primer intento en abril. La plataforma de lanzamiento vio el despegue a las 8 a.m. ET, con el encendido de los 33 motores del propulsor Super Heavy.
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La etapa superior de Starship inició su trayecto atado a la primera etapa Super Heavy, un cohete de 232 pies de altura (70,7 metros) con 33 motores enormes.
Tras aproximadamente dos minutos y medio, el propulsor Super Heavy agotó la mayor parte de su combustible, momento en el que la nave espacial Starship encendió sus propios motores y se desprendió.
Utilizando sus seis motores, la nave espacial Starship intentó impulsarse a velocidades cercanas a la órbita, aproximadamente 17,500 millas por hora (28,000 kilómetros por hora), como parte del objetivo de SpaceX.
A pesar de los esfuerzos, durante la transmisión en vivo, el equipo de SpaceX anunció la pérdida de la señal de la nave espacial. El ingeniero aeroespacial John Insprucker explicó que «el sistema de terminación de vuelo de la segunda etapa se activó tardíamente mientras nos dirigíamos al Golfo de México».
