El algarrobo, un árbol distintivo de la flora chilena, podría ayudar a enfrentar las consecuencias del cambio climático
Este árbol, ha capturado la atención de la comunidad científica por su habilidad única de prosperar en condiciones extremadamente áridas.
El algarrobo no sólo sobrevive, sino que también florece en entornos donde otros son vulnerables, enfrentando la escasez de agua y la alta salinidad del suelo con una resistencia inusual.
Su éxito en estas condiciones hostiles lo convierte en un candidato ideal para estudios en el contexto del cambio climático.
Beneficios para el cultivo de tomates, arverjas, porotos y lechugas
La investigación tiene implicaciones significativas en biotecnología.
Los investigadores están desarrollando una colección de cepas bacterianas obtenidas de los algarrobos.
Estas cepas podrían usarse para la reforestación y para mejorar el crecimiento de cultivos como arvejas, porotos, alfalfa, tomates y lechugas, especialmente en condiciones de salinidad y escasez de agua.
En un esfuerzo por comprender mejor este fenómeno, investigadores de Chile del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) se encuentran estudiando las comunidades bacterianas asociadas al algarrobo, buscando aplicar este conocimiento en un contexto más amplio.
El estudio se centra en cómo los microorganismos asociados al algarrobo contribuyen a su capacidad de resistencia.
Comparando las comunidades microbianas de los algarrobos en Chile buscan entender el papel de estas comunidades en apoyar el crecimiento de la planta en condiciones adversas.
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