En un giro dramático, la histórica ciudad de Belén, venerada como el lugar de nacimiento de Jesús según la fe cristiana, ha optado por suspender sus icónicas celebraciones navideñas este año.
La decisión se produce en medio de un contexto devastador: la guerra en la Franja de Gaza.
Un enfrentamiento que ha cobrado la vida de 19.000 personas aprox., entre ellos 8.000 niños y niñas convirtiéndose en uno de los conflictos bélicos más graves de las últimas décadas.
Cristianos en Palestina
En Palestina viven unos 47 mil cristianos, de los cuales 30 mil viven en Belén.
Históricamente, la ciudad de Belén, situada en Cisjordania y a tan sólo 9 kilómetros al sur de Jerusalén, se ha consolidado como el epicentro de las celebraciones durante la temporada navideña.
En estas festividades millones de visitantes de todo el mundo se congregaban en Belén para celebrar el nacimiento de Jesús.
Este año, sin embargo, el turismo ha disminuido casi a cero.
Siendo un golpe devastador para una comunidad que depende en gran medida de los ingresos generados por peregrinos y turistas.
Las calles, antes llenas de luces y adornos, ahora yacen vacías, simbolizando el duelo por las vidas perdidas en Gaza.
Las iglesias, que solían ser centros de celebración con misas festivas y cánticos, ahora se limitan a conmemoraciones discretas.
El tradicional árbol de Navidad que adornaba la plaza del Pesebre frente a la Basílica de la Natividad y los festejos en torno a este lugar han sido cancelados. La guerra ha transformado dramáticamente el paisaje.
El filósofo y politólogo de la Universidad de Chile Carlos Ramírez Vargas, señaló que «Si bien la convivencia religiosa siempre ha generado tensiones en las comunidades cristianas, cristianas ortodoxas, judías y musulmanas, el conflicto contemporáneo no es religioso».
Además agregó, «que la confrontación actual y la cancelación de las fiestas es un síntoma de que no hay un factótum político o ideológico que logre moderar o mediar en el conflicto. Lo que finalmente se traduce en una política de hechos consumados por parte del Estado de Israel.»
Un pesebre rodeado de escombros
La Iglesia Evangélica Luterana de la Natividad de Belén, situada en Cisjordania, ha presentado una conmovedora imagen del tradicional pesebre navideño que ha dado la vuelta al mundo.
En el lugar, está la representación del Niño Jesús acostado sobre escombros, envuelto en una kufiya palestina, como tributo a los niños palestinos fallecidos en los conflictos en Gaza.
El pastor Isaac Munther junto a su comunidad decidió prescindir del clásico Árbol de Navidad, optando en su lugar por esta expresiva imagen.
El Pastor Muther, en las diversas declaraciones que ha hecho a los medios de comunicación ha declarado que «la idea de este pesebre viene de las imágenes que vemos todos los días en nuestros televisores, con niños cada día en Gaza bajo los escombros», señalando «que así luce la navidad en Palestina».
Agregando que «Si Jesús volviera a nacer hoy aquí, lo haría bajo los escombros en Gaza».
