Recién habían condenado nuevamente a Nicolás Zepeda a 28 años de cárcel por el crimen de la joven japonesa Narumi Kurosaki, cuando su abogado, Renaud Portejoie, anunció que buscarán un tercer juicio y que por eso acudirán hasta el Tribunal de Casación.
Si este acoge el recurso de los abogados, podría abrirse un nuevo proceso.
Para eso, el Tribunal de Casación de París revisará si hubo “vicios legales” durante el juicio.
Lea también: Nicolás Zepeda es condenado nuevamente a 28 años de prisión por el asesinato Narumi
Se supone que son cinco los días que tienen de plazo para presentar el recurso, por lo que eso debería ocurrir esta semana.
En caso de que el tribunal no acepte el recurso, el caso estaría terminado.
“EL CASO ZEPEDA NO TERMINÓ”
“Habíamos solicitado la absolución. En esta lógica, naturalmente recurriremos ante el Tribunal de Casación. Me sorprenden todas las respuestas a la cuestión de la intención homicida y la premeditación, creo que hay un verdadero debate, ese fue el sentido de nuestras intervenciones”, dijo Portejoie a France 3.
A su juicio, el recurso “tiene muchas posibilidades de prosperar y tener éxito”.
«Yo creo que el caso Zepeda no terminó», afirmó.
De ser así, el chileno sería juzgado nuevamente dentro de unos meses y tendría que volver a explicar los hechos.
Por lo pronto, fue trasladado a la cárcel de Orleans.
Randall Schwerdorffer, el abogado de Arthur Del Piccolo, expareja de Narumi y querellante en el caso, dijo al respecto que en unos seis a ocho meses se podría saber si fue aceptado el recurso, para ir nuevamente a juicio en unos dos a tres años. Sin embargo, agregó que no cree que eso ocurra.
La abogada de la familia de Narumi, Sylvie Galley, dijo, en tanto, que “la casación es una de las posibilidades, pero no voy a planificar el futuro. Por el momento, mis clientes necesitan la tranquilidad de una decisión que esperan sea definitiva. Su trabajo de duelo no ha terminado”.
«Esperan que esta decisión del tribunal sea definitiva. El proceso de apelación está completo, es un paso dado, pero desde el punto de vista espiritual es otra cuestión», afirmó.
TAMBIÉN AL TRIBUNAL EUROPEO DE DEREHOS HUMANOS
Otra de las alternativas que baraja la defensa de Zepeda es, según el medio L’Est Republicain, recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Así lo informó el otro abogado de la defensa, Sylvain Cormier.
Recordó el caso de Maurice Agnelet, condenado en un juicio de apelación a 20 años de cárcel por el asesinato de Agnès Le Roux, el cual en 2013 fue anulado por el TEDH al considerar que el proceso no había sido justo.
En todo caso, en 2014 fue nuevamente sentenciado a 20 años de prisión en un tercer juicio.
CÁRCEL E INDEMNIZACIÓN
Nicolás Zepeda fue condenado a 28 años de cárcel por el asesinato premeditado de su exnovia Narumi Kurosaki, desaparecida desde diciembre de 2016. La condena es la misma dictada el año pasado en primera instancia por un tribunal de la ciudad de Besanzón. Tras ello, el chileno apeló, llevando a cabo un nuevo juicio que culminó el jueves pasado.
Además de la pena de cárcel, Zepeda recibió como pena complementaria la prohibición de estancia en Francia una vez que cumpla su pena.
Asimismo, tendrá que pagar una indemnización de 220.000 euros a la familia de Kurosaki (60.000 euros por cada uno de los padres y 50.000 por cada hermana). Y también 5.000 euros a Arthur Del Piccolo, el novio de Narumi.
La condena se mantuvo, según fuentes del tribunal, porque Zepeda no colaboró con la justicia durante el proceso.
Si hubiera confesado el crimen, era muy probable que recibiera una condena de menos años tras las rejas.
Por eso mismo, la justicia francesa descartó que pudiera cumplir su condena en Chile.
UN AMOR QUE NO FUE
Fueron siete los años de investigación por la desaparición y muerte de Narumi Kurosaki, y terminaron con una segunda sentencia de su exnovio a 28 años de cárcel.
Ambos se conocieron en 2014 en Japón, en la Universidad de Tsukuba, donde él estaba de intercambio. Él tenía 25 años y ella 21.
Pronto comienzan una relación. Al año siguiente ella viaja a Chile a conocer a la familia de su novio, pero en octubre se separan y ella se va a estudiar a Francia, a la ciudad de Besanzón.
Según los peritajes de las autoridades, Zepeda no queda conforme con el término de su relación amorosa con Kurosaki.
Más aun, “después de que se separaran, ella le tenía miedo”, aseguraron testigos entrevistados por la policía.
De hecho, entre las declaraciones posteriores se afirmó que el quiebre entre ambos “no transcurrió bien”.
Y a esto se le sumó que durante una fiesta que se celebró en noviembre de 2016, Kurosaki relató a sus cercanos que “tenía un problema con su exnovio” y que había enfrentado un “hackeo” en una de sus redes sociales.
Una amiga de la japonesa declaró más adelante que el chileno era “excesivamente atento” y añadió que “Narumi me dijo que Zepeda estaba accediendo a sus cuentas de Facebook. Le estaba diciendo que debería dejar de tener relaciones con sus amigos varones”.
Otra de las amistades de la joven de 21 años aseguró que efectivamente ingresó a esa plataforma para eliminar a sus contactos masculinos.
VIDA NUEVA
Preocupaciones aparte, en Besanzón Narumi sigue con su vida y hace nuevos amigos. Conoce a Arthur Del Piccolo, quien se convierte en su pareja semanas después.
El 29 de noviembre de 2016 Nicolás Zepeda viaja a Francia. Al día siguiente se traslada a Dijon, donde arrienda un automóvil.
El 31 de noviembre va al supermercado, donde compra alimentos, cajas de fósforos, un bidón de queroseno y un detergente con rociador, según él, para entregar limpio el auto cuando lo devolviera.
Según la policía, pasa medio día inspeccionando carreteras y el bosque de Chaux. En la noche llega a Besanzón.
El 2 de diciembre se le ve merodeando por la residencia de estudiantes donde vive Narumi.
El 4 de diciembre ella lo ven en el estacionamiento. Conversan y van a cenar a un restaurante llamado “La Table de Gustave”, a 25 kilómetros al sur de la ciudad. De regreso, ambos entran a la habitación de Narumi, la 106.
TODO SE VUELVE MÁS OSCURO
Durante la madrugada, los estudiantes escuchan gritos de terror de una mujer, sin saber de dónde provienen. Zepeda luego declararía que ellos no escucharon nada.
El chileno aseguraría que ambos permanecieron en la habitación, donde conversaron, vieron películas y tuvieron relaciones sexuales.
Durante la noche de ese 5 de diciembre Arthur Del Piccolo visita a Narumi, de quien no había sabido nada, pero no logra verla y se va.
Según el testimonio de Zepeda, el 6 de diciembre él se va de la residencia universitaria por la puerta trasera, donde no había cámaras de seguridad.
Según el GPS del vehículo que arrendó, visita el mismo bosque donde estuvo días antes.
Luego devuelve el vehículo, y este tenía barro en el interior y exterior de acuerdo con lo declarado por la empresa a la cual lo arrendó.
Viaja a Ginebra y compra pasajes para España.
El 7 de diciembre se queda en la casa de su primo médico Felipe Ramírez en Barcelona, pero no le dice que estuvo en Francia.
Zepeda le pregunta a su primo “¿cuánto se demora un cuerpo en morir asfixiado?”.
El 12 de diciembre vuelve a Ginebra y luego a Chile.
El 15 de diciembre comienza la investigación de la policía francesa. Se encuentran con que el celular, pasaporte, una maleta y una manta de Narumi no están en la habitación 106.
Lea también: Las traducciones que complican a Zepeda en el caso Narumi
El ADN de Nicolás Zepeda es identificado en la pieza.
Cuatro años después, en 2020 se solicita la extradición de Zepeda a Francia.
En 2022 comienza el juicio primer juicio contra el chileno y el 12 de abril es declarado culpable y condenado a 28 años de prisión.
El 15 de noviembre su defensa apela para iniciar un nuevo juicio, el cual comienza el 4 de diciembre de este año.
El 21 de diciembre Nicolás Zepeda es nuevamente sentenciado a prisión tras ser declarado culpable del asesinato de Narumi Kurosaki. La condena es exactamente igual a la que obtuvo en primera instancia, y se acoge la agravante de premeditación del homicidio.
PRUEBAS Y MÁS PRUEBAS
Durante el juicio fueron surgiendo evidencias incriminatorias.
Una primera observación es que pese a haber estado con encerrado con Narumi en su habitación en la residencia de Besanzón por casi 30 horas -precisamente en el tiempo en que a ella se le pierde el rato y se cree que fue asesinada- Zepeda no hizo absolutamente nada para ayudar a encontrarla.
También está la visita a su primo médico en Barcelona.
Según el testimonio que este entregó en la indagatoria el 2017, Zepeda le hizo una serie de reveladoras e inquietantes consultas sobre el deceso por ahorcamiento y asfixia de una persona.
Un detalle: Ramírez dijo en un momento que Zepeda “estaba hablando de Narumi en tiempo presente, pero a medida que avanzaba la discusión, se relajó y dijo: ‘A Narumi realmente le gustaba el mar’, en tiempo pasado”.
Incluso dijo haber recibido de su primo “amenazas veladas” luego de que él le recalcara que “la familia debe estar unida, ayudándose unos a otros en la medida de lo posible”.
Ramírez fue convocado a declarar en este nuevo juicio, pero declinó hacerlo.
También se exhibió el video del 6 de septiembre donde Zepeda le decía a Kurosaki que debía ser una buena niña.
“Recientemente, Narumi hizo cosas malas, lo que le costará que tenga que seguir algunas condiciones para poder seguir esta relación. A pesar de eso, creo que deberíamos vivir de otra forma, vivir sin esas condiciones, confiando el uno en el otro, siendo honestos y sin esconderse. Es una manera más sana de vivir”, decía el chileno.
“Esta declaración dice que las condiciones son aplicables, algunas de ellas para toda su estadía en Francia y otras para siempre”, agregó.
¿DESAPARICIÓN VOLUNTARIA?
La defensa de Zepeda presentó un testigo supuestamente clave, que aseguraba haber visto a la japonesa con vida luego de que se asumiera que estaba muerta.
La declaración del francés Said Nemeri fue catalogada como un verdadero papelón incluso por uno de los abogados del chileno, porque no pudo acreditar ni de lejos que Narumi esté con vida.
Era una forma de apoyar la teoría de la defensa del chileno sobre una posible desaparición voluntaria de la joven japonesa.
La fiscalía, en cambio, esgrimió, entre otras cosas, que actuó bajo el “honor del hombre herido”.
Lea también: Tenso interrogatorio a Nicolás Zepeda en caso Narumi: «¡Usted es un mentiroso!»
Sylvie Galley, abogada de la familia, cuestionó la “frialdad” de Zepeda y afirmó que “no hay absolutamente ninguna posibilidad de que el cuerpo” de la joven sea descubierto.
“Lo llamativo en este caso es que mientras más se investigaba, más pruebas se encontraban contra Nicolás Zepeda. En este caso, todo, recalco, todo, lleva a la participación de Nicolás Zepeda en el caso”, expuso el fiscal Étienne Manteaux en los alegatos finales.
¿DÓNDE ESTÁ EL CUERPO?
“¿Por qué un joven sin pasado criminal, de familia adinerada, ciudadano del mundo que visita varios países cada año, podría decidir matar a su novia? Debemos remitirnos a los análisis del psicólogo. Posesión del otro, dominación del otro. Quiere imponer a Narumi su visión de la mujer, que debe ser agradable con el macho dominante”, agregó.
“Solo él sabe dónde está el cadáver. Ella es suya para la eternidad”, afirmó el persecutor, quien apuntó a que el chileno habría dado muerte a su expareja mediante el estrangulamiento.
Entregó dos teorías sobre qué habría hecho Zepeda con el cadáver de la muchacha. Una de ellas es que arrojó sus restos al río Doubs, un cauce que comienza en Francia y desemboca en Suiza, y cuyo curso más importante es Besanzón, donde no hay represas en 150 kilómetros aguas abajo.
La otra es que llevó el cuerpo hasta un bosque en la ciudad de Dole, lo roció con líquido inflamable y le prendió fuego.
Pero eso quizás nunca se sepa.
