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La luna se está encogiendo

Javiera Sanzana

Detectar este fenómeno desde la Tierra resulta complicado, pero la realidad es que la Luna se está contrayendo gradualmente a medida que se enfría. Esta reducción progresiva plantea un desafío para el establecimiento de una base permanente en nuestro satélite natural.
Aproximadamente cada varios cientos de millones de años, la Luna disminuye su tamaño en unos 45 metros (alrededor de 150 pies), un proceso que no ocurre rápidamente.

Detectar este fenómeno desde la Tierra resulta complicado, pero la realidad es que la Luna se está contrayendo gradualmente a medida que se enfría. Esta reducción progresiva plantea un desafío para el establecimiento de una base permanente en nuestro satélite natural.

Aproximadamente cada varios cientos de millones de años, la Luna disminuye su tamaño en unos 45 metros (alrededor de 150 pies), un proceso que no ocurre rápidamente.

Sin embargo, según un nuevo estudio publicado en el Journal of Planetary Science, este proceso puede estar generando deslizamientos de tierra y terremotos cerca del polo sur lunar, lo que afecta las áreas propuestas para el aterrizaje de las misiones Artemis III de la NASA.

RIESGO

Estos eventos podrían causar estragos en posibles asentamientos humanos en la Luna, dada la aridez y la polvorienta naturaleza de su superficie, la cual ha sido objeto de bombardeos por asteroides y cometas a lo largo de miles de millones de años.

«Según nuestras simulaciones, es posible que ocurran sismos lunares superficiales en la región polar sur, capaces de generar fuertes movimientos del suelo, ya sea por graduales en fallas existentes o por la creación de nuevas fallas de empuje», explica Tom Watters, científico planetario del Instituto Smithsonian.

De acuerdo con un comunicado oficial, el instrumento fotográfico del Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) ha confirmado este fenómeno al detectar fracturas recientes de pequeño tamaño distribuidas en la corteza lunar. Estas fracturas se presentan como características geológicas que parecen acantilados, creando escalones en la superficie del satélite.

SUPERFICIE

«Durante millas de millones de años, ha sido bombardeada por asteroides y cometas, cuyos fragmentos angulares son expulsados ​​constantemente por los impactos», señala el geólogo Nicholas Schmerr de la Universidad de Maryland.

«Esto hace que el material de la superficie, que varía desde micrones hasta el tamaño de grandes rocas, esté muy poco compactado. Esta condición favorece la ocurrencia de temblores y graduales de tierra».

ESTUDIO

Sin embargo, existe un desacuerdo entre los científicos en cuanto al origen y las implicaciones de estos movimientos sísmicos lunares.

Yosio Nakamura, profesor emérito de geofísica en la Universidad de Texas en Austin, cuestiona la causa de los temblores, argumentando que los datos recopilados por las misiones Apollo sugieren que estos fenómenos se originan a decenas de kilómetros bajo la superficie lunar, en lugar de en una falla superficial como se creía anteriormente.

En la actualidad, la información disponible sobre la frecuencia y la ubicación de los sismos lunares es limitada. Sin embargo, hallazgos como los de este estudio son esenciales para la identificación de sitios apropiados para futuras misiones de aterrizaje y establecimiento de bases en la Luna.

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