En conversación con Radio Cooperativa, el exdirector del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), Álvaro Hormazábal, criticó la gestión que tuvo Viña del Mar y Quilpué durante los incendios. «No sabían qué realizar», aseveró.
Recordemos que Hormázabal fue destituido de su cargo el pasado sábado 16 de marzo, haciéndose efectiva su desvinculación total del cargo este lunes 18.
En ese contexto, explicó al medio citado la orgánica bajo la cual funciona Senapred: «Está compuesto por una serie de engranajes y uno de esos son los municipios», indicó.
«Todos tienen roles y funciones que cumplir y te das cuenta que queda a la vista que aquí hay una falencia principal, que es que los municipios no han cumplido; que han tenido una capacidad de desligarse de la responsabilidad que tienen y pasan de ser responsables a hacerse las víctimas y hacer que el Estado y el gobierno asuman roles y actividades que a ellos les corresponde», agregó luego.
En ese sentido, reconoce que «para nosotros ha sido bien complejo, porque, siendo que ellos tienen más de 2.000 funcionarios, nosotros, con 16 funcionarios (jefes en regiones), hemos tenido que estar asumiendo roles y tareas que del nivel municipal se deberían hacer».
ACTUAR DE LOS MUNICIPIOS DEL FRENTE AMPLIO
Un ejemplo de un actuar municipal responsable para Hormázabal fue el de la alcaldesa de Villa Alemana, Javiera Toledo (IND). No así el caso de la RD, Macarena Ripamonti -Viña del Mar-, o la CS, Valeria Melipillán -Quilpué-.
Sobre el caso de Villa Alemana, destacó que «desde el momento en que ocurrió la emergencia, cuando fui al terreno, conversé con la gente y me dijeron ‘aquí llegaron los camiones municipales, nos evacuaron, nos ayudaron a salir’. Después tuvimos que armar las casas de emergencia, la alcaldesa nos puso a disposición: ‘aquí están los terrenos para que ustedes construyan’, y en dos días -eran menos casas- construimos 18 casas en dos días (…) Trabajamos a la par con ellos».
En cambio, en los municipios de Ripamonti y Melipillán, desde Senapred enviaron «más de 40 funcionarios a terreno, desde los abogados a los que hacen la orden de compra. Tuvimos que dejar de hacer compras para poder ir a buscar terrenos donde construir, porque no teníamos un terreno, nadie nos asignaba, nadie nos decía aquí construyan».
Es más, «los primeros días estaban totalmente colapsados, no sabían qué realizar». En cambio ahora, «ahora están en una etapa donde dicen ‘yo necesito que me atiendan, que me ayuden. Yo soy víctima y el Estado tiene que venir a ayudarme’. Yo creo que eso es complejo, porque así el sistema no puede funcionar. Ellos son parte del sistema que tiene que ser parte de la respuesta», asegura.
SU RENUNCIA
En el medio citado, Hormázabal también se refirió a cómo fue su renuncia. La cual recordemos, según un comunicado del Ejecutivo, fue por la «necesidad de darle un nuevo impulso» a Senapred.
«Puedo entender que, a lo mejor, esa es la vía que quieren buscar. Si es así, bien, doy un paso al costado, pero, por favor, que la persona que quede y a la institución les asignen ese impulso, y ese impulso va por los recurso», manifestó el otrora director del servicio.
Sobre el cómo se enteró de su destitución -le pidieron la renuncia-, señaló que conversó «telefónicamente con la ministra (del Interior, Carolina) Tohá y me reuní con el subsecretario (Manuel) Monsalve».
«No hubo una razón puntual que me pudieran decir; (señalaron que había una) falla en la estructura y que alguien debía asumir la responsabilidad de esa falla en la estructura», aseguró.
De igual manera, recordó que al finalizar el megaincendio de Valpraíso, desde Senapred llevaron a cabo una «auditoría interna y también participamos en la auditoría del Ministerio del Interior. Este nos presentó esa auditoría y, por lo menos lo que tuvimos acceso, si eso fue alguna justificación para pedirme mi renuncia, no había nada que cuestionara mi gestión».
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