El eje Alameda-Providencia es a todas luces un ícono de la capital. Desde allí, se ve la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, la juguetona Torre Telefónica -que por si no se había dado cuenta, es un edificio con forma de teléfono- y se ven los restos de la estatua del General Baquedano.
Día a día también se ven más autos, más tacos y más personas agolpadas en los semáforos esperando cruzar. En los próximos meses, algo de eso va a cambiar.
No será la Torre Telefónica, ni la Facultad de Derecho, sino el eje en sí mismo. El proyecto costará más de $13 mil millones de pesos y podría llegar a demorar 300 días -si es que no más-. ¿Lo vale? Para la directora del Centro de Investigación Urbana para el Desarrollo, el Hábitat y la Descentralización (CIUDHAD) de la Universidad Andrés Bello, Beatriz Mella, opina que es “razonable” el costo y que la pregunta debe ir por otro lado.
“Se trata de un proyecto ambicioso, por lo que me parece razonable invertir en calidad de los espacios públicos, en el peatón y en las personas que se mueven en transporte público”, señala.
Para la experta, “el mejoramiento de este tipo de espacios tienen en el mediano y largo plazo un efecto muy positivo en las economías locales, en el refuerzo de las dinámicas de reconversión de barrios de valor patrimonial, en la reactivación del comercio y negocios del sector, tiene un efecto en el turismo”. Por lo que en ese sentido, podría haber una recuperación de la inversión.
Sin embargo, “creo que todos esos beneficios resultan difíciles de cuantificar, pero son fundamentales para responder si la inversión es suficiente, mucha o poca”.
EL PROYECTO
El Gobierno lo describe como una iniciativa de “recuperación y revalorización del espacio público y el derecho a las personas a una mayor calidad de vida”.
Y lo justifica por ser “la columna vertebral de la capital”, y un “espacio de encuentro ciudadano, emblemático y simbólico, que alcanza una circulación de 2,5 millones de personas al día y que reúne importantes instituciones estatales junto a diversas actividades comerciales”.
Conectará cuarto parques la capital y dará una hectárea completa nueva de área verde. Va a priorizar al transporte colectivo, al ciclista y al peatón. Habrá pavimentación, luminarias, mobiliario urbano, paraderos, arbolado y cámaras.
Ahora bien, esos $13.000 millones mencionados, serán sólo para lo que será el cambio del eje en términos de construcción, porque la inversión total del proyecto es de $115 mil millones.
En sus “intervenciones buscan renovar la Plaza Italia, el mejoramiento y conservación de 8 kilómetros del eje Alameda, la construcción de la ciclovía central del eje y remodelar el Nudo Pajaritos considerando el rediseño de 27.000 metros cuadrados del Parque Santiago Bueras”.
Pero el nuevo eje Alameda-Providencia, no contempla sólo los cambios físicos, sino que tiene una mirada integral en la que “se impulsarán diversas actividades e hitos de carácter cultural, deportivo y recreacional que acompañarán los trabajos de infraestructura, renovación y remodelación”.
Con todo eso en cuenta, es importante hacer un llamado a la paciencia, porque hasta que todo se concrete “va a ser difícil desplazarse hacia el centro, particularmente en auto o modos privados, por lo que recomendaría buscar soluciones alternativas a los viajes en esos modos”, recomienda Beatriz Mella.
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EL BROCHAZO PREVIO
Es importante destacar que la renovación del eje Alameda-Providencia, no es sólo un proyecto del Gobierno Central, sino que de cinco municipalidades -Estación Central, Lo Prado, Providencia y Santiago- y el Gobierno Regional Metropolitano.
Precisamente en el Gore nos detendremos un poquito, ya que se cumplió un año desde que iniciaron la recuperación de fachadas de su proyecto Nueva Alameda.
En el proyecto de Nueva Alameda está incluída la creación de este nuevo eje, pero antes de eso, estuvo un año completo metiendo brocha a Santiago para hacerlo un lugar más “ seguro, un lugar alegre y un lugar donde la gente disfrute la ciudad”, señaló el Gobernador de la RM, Claudio Orrego.
“Como Gobierno de Santiago, estamos comprometidos con recuperar la ciudad para las personas y eso significa que nuestra ciudad vuelva a estar limpia, vuelva a estar ordenada, vuelva a estar con vida”, manifestó luego.
“Un año después la Alameda sigue limpia. Dijeron que no era posible, dijeron que aquí se iba a rallar y que la gente no iba a cuidar; bueno se equivocaron. Hemos mantenidos nuestro proyecto de limpieza de fachadas. Son tres años que los vamos a mantener hasta que la gente se acostumbre a la limpieza. Hasta que la gente se acostumbre a respetar lo que nos pertenece a todos”, exclamó en el aniversario.
Sin embargo, reconoció que es “cierto que hay gente que sigue rayando. Hemos tenido que volver a pintar cerca de 60.000 rayados. Los edificios lamentablemente más vandalizados son el Colegio de Arquitectos (38), el GAM (53) y la Iglesia de San Francisco (34).”
PRÓXIMAMENTE: NUEVO EJE GRAN AVENIDA
Pero para Orrego, eso no es tema, ya que “el proyecto de nueva Alameda llegó para quedarse. Y les quiero dar una buena noticia. Ha sido tanto el éxito sobre todo de esta primera etapa que eran las fachadas, que ya nos los están pidiendo en distintos lugares de la ciudad”.
“Durante este año vamos a empezar con el eje Gran Avenida, desde Santiago hasta San Bernardo”, adelantó. De igual manera, afirmó que “estamos trabajando con 10 comunas, partimos esta semana con San José de Maipo, con el proyecto Santiago se pinta de alegría, que es involucrar a los vecinos para que en conjunto no solamente pintemos, sino que también cuidemos nuestra ciudad”.
Finalmente hizo un llamado a “tener esperanza en el futuro de nuestra ciudad. El eje de nueva Alameda es probablemente el proyecto de renovación más importante de Chile y lo estamos impulsando como lo debiéramos hacer todo en Chile. En alianza con otros actores: con cinco ministerios del gobierno nacional, con cuatro municipios, con el sector privado, con la academia y por supuesto con los ciudadanos”
“Cuidemos, amemos y promovamos nuestra ciudad”, cerró.
