También llamada dismorfia muscular, se caracteriza por una adicción al ejercicio siempre acompañada de una alta ingesta de carbohidratos y proteínas, sin dejar de lado el consumo abusivo de esteroides
La obsesión por conseguir un cuerpo perfecto y atlético puede generar graves problemas psicológicos en los jóvenes, a tal punto de generar una adicción.
Principalmete en hombres
Eso es lo que se conoce como vigorexia, una alteración de la percepción de la imagen corporal, acompañada de una preocupación exagerada y comportamientos obsesivos por conseguir la figura deseada.
Afecta principalmente a hombres jóvenes que asisten con frecuencia al gimnasio, que no tienen bien formada su personalidad y carecen de seguridad en sí mismos.
Es importante mencionar que esto también puede presentarse en mujeres, pero el mayor porcentaje de afectados son los varones.
Peligrosa obseción
Esa obsesión por ganar musculatura hace que sigan una rutina intensa de entrenamiento físico, dietas con alto contenido en carbohidratos y proteínas, en algunos casos con abuso de sustancias anabólicas y otros productos para aumentar el rendimiento.
Dichas conductas erráticas provocan riesgo de enfermedades cardiovasculares, lesiones hepáticas, además de disfunciones eréctiles.
Impacto grave
No está de más advertir que este comportamiento puede transformarse en un trastorno obsesivo y ocasionar aislamiento social y laboral.
Un estudio realizado por especialistas de la Universidad Pontificia de Madrid (España), sostienen que el impacto a nivel psicológico de la vigorexia es grave, provocando alteraciones a nivel anímico, conductual y cognitivo.
Características relacionadas
Los síntomas de una persona con vigorexia, más allá de los cambios en la alimentación y el consumo de sustancias, se reflejan en los nuevos hábitos que va adquiriendo.
Alguno de ellos son estar todo el día mirándose constantemente en el espejo, comparar el cuerpo con el de otras personas, tener problemas de estrés y ansiedad si se salta algún entrenamiento o comida.
Es común conviertan la práctica de ejercicio en el centro de la vida y que llegue a ser más importante que las personas que lo rodean.
Si se consumen sustancias anabolizantes o esteroides anabólicos aparecen otros síntomas como caída del cabello, presión arterial alta, problemas de impotencia, infertilidad, depresión, estados de irritabilidad, acnés, daño renal y problemas de hígado y del corazón.
Incluso pueden llegar a desencadenar una adicción.
De tal modo, este trastorno puede desencadenar enfermedades físicas muy graves, es por eso qué es importante identificarlo a tiempo.
