Un libro autobiográfico que narra una vivencia familiar marcada por una enfermedad compleja y poco comprendida.
Crónica que relata la historia de amor de una hija y su madre con esquizofrenia, y los impactos frente a un problema de salud mental.
Una experiencia cruda
Padecer de ese trastorno es algo que no sólo afecta a quien la tiene, sino también a todos quienes viven con ellos, pues el temor de uno de sus episodios y sus consecuencias se mantienen presentes cada día.
Amanda Marton Ramaciotti no quería llegar al momento en que cumpliera los treinta años, cargaba con un miedo muy grande.
El psiquiatra que trataba a su madre le había advertido que esa era la edad límite: si antes de cumplir las tres décadas tenía un brote psicótico, probablemente habría heredado la esquizofrenia de Cecilia.
“No quería parecerme a ti”, trabajo publicado por Ediciones B, es el testimonio de una experiencia cruda, pero que llena de valentía a todos aquellos que luchan contra la enfermedad, como protagonista o como testigo.
Desde la experiencia
Amanda Marton Ramaciotti, su autora y una parte importante del texto, es una periodista brasilera por parte de madre y chilena por parte de su padre.
En sus escritos de combina las vivencias, desde sus primeros recuerdos hasta hoy.
Un largo proceso por saber sobre la esquizofrenia, su familia, su madre y ella misma.
Para una niña, en medio del silencio, habían muchas cosas sin explicación. Son demasiados temas, factores que inciden. Demasiada presión de un adaptarse a una normalidad impuesta.
«Una mirada distinta de la realidad»
La autora busca, indaga, pregunta, confronta, con interés, muchas veces con cariño.
En el camino, aparecen los cuestionamientos, las inquietudes, el peso de la falta de información y la arrogancia de algunos médicos.
“Este libro está lejos de ser la verdad definitiva de la enfermedad y de mi historia. La esquizofrenia, cuando se estudia, es inagotable».
«Una vida también. Pero es, espero, una mirada distinta a esta realidad. Es mi búsqueda personal para eliminar el tabú quizás no en la sociedad, sino al menos en mi casa o en las casas de quienes lean esta obra”, asegura Amanda Morton Ramaciotti.